Cuento de la película Princesa por Accidente (2011)

Había una vez, en un pequeño pueblo, una joven llamada Grace que soñaba con vivir una gran aventura. Un día, Grace y sus dos mejores amigas, Emma y Meg, decidieron embarcarse en un viaje inolvidable a París. Lo que no sabían era que este viaje cambiaría sus vidas para siempre.

Al llegar a París, las tres amigas se encontraron con un problema: su hotel no era lo que esperaban. Desilusionadas, decidieron dar un paseo por la ciudad para olvidar sus preocupaciones. Fue entonces cuando se toparon con un hotel de lujo llamado Hotel de Cordélia, donde se hospedaba una joven llamada Cordélia Winthrop Scott, una heredera británica que resultó ser idéntica a Grace.

Emma tuvo una idea brillante: hacer pasar a Grace por Cordélia para disfrutar de unas vacaciones de ensueño. Aunque al principio Grace se mostró reacia, finalmente aceptó el plan. Pero, ¿qué pasaría si alguien descubría su secreto?

Mientras tanto, en el hotel, Grace conoció a Theo, el apuesto hijo del dueño del hotel. Theo sospechaba que algo no estaba bien con la supuesta Cordélia, pero no podía descubrir qué era. A medida que pasaban más tiempo juntos, Grace y Theo comenzaron a enamorarse.

Meg y Emma también vivieron sus propias aventuras en el lujoso hotel. Meg conoció a un apuesto fotógrafo llamado Riley, mientras que Emma se enamoró de un joven llamado Owen, quien resultó ser el hermano de Theo.

Un día, mientras las tres amigas disfrutaban de su nueva vida, la verdadera Cordélia regresó al hotel. Al darse cuenta de que había sido suplantada, Cordélia decidió enfrentar a Grace. En una tensa conversación, Cordélia le dijo a Grace:

– ¿Quién eres y por qué te haces pasar por mí?

Grace, avergonzada, respondió:

– Lo siento, solo queríamos vivir una aventura. No queríamos causarte problemas.

Cordélia, sorprendentemente, decidió perdonar a Grace y sus amigas. Sin embargo, les pidió que abandonaran el hotel y volvieran a sus vidas normales.

Antes de irse, Grace decidió confesarle la verdad a Theo. Él, aunque sorprendido, aceptó sus disculpas y le dijo que aún la quería. Las tres amigas se despidieron de sus nuevos amigos y regresaron a su pequeño pueblo.

Aunque su aventura había terminado, las lecciones que aprendieron y las amistades que hicieron durarían para siempre. Grace, Emma y Meg nunca olvidarían su increíble viaje y cómo, por un breve momento, fueron parte de un cuento de hadas.

Y así, con el corazón lleno de recuerdos y amor, las tres amigas volvieron a su vida cotidiana, sabiendo que siempre tendrían esa mágica aventura en París para recordar. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.