Cuento de la película Mi Pobre Angelito 2 (1992)

Mi Pobre Angelito 2

Había una vez, en una fría noche de diciembre, una familia muy especial que se preparaba para pasar las vacaciones de Navidad en la ciudad de Nueva York. Los McCallister estaban llenos de emoción y ansias por disfrutar de las maravillas de la Gran Manzana. Sin embargo, algo inesperado estaba a punto de suceder.

El pequeño Kevin McCallister, un niño de 10 años, se encontraba en medio de la algarabía familiar. Mientras todos se apresuraban a empacar sus maletas, Kevin escuchó a sus padres hablar sobre los planes para el viaje.

Mamá McCallister dijo: «No podemos olvidar nada esta vez. Tenemos que asegurarnos de que todos estén en el avión».

Papá McCallister respondió: «No te preocupes, querida. Todo saldrá bien».

Pero, como en toda buena historia, las cosas no salieron según lo planeado. Al día siguiente, en el aeropuerto, la familia McCallister corrió para no perder su vuelo. En medio del caos, Kevin se separó de su familia y, sin darse cuenta, abordó un avión equivocado.

Cuando Kevin llegó a Nueva York, se dio cuenta de que estaba solo en una ciudad desconocida. Sin embargo, no se dejó vencer por el miedo y decidió aprovechar al máximo su aventura.

Mientras tanto, dos ladrones llamados Harry y Marv, conocidos como «Los Bandidos Húmedos», habían escapado de prisión y también se encontraban en Nueva York. El destino quiso que se cruzaran con Kevin, y ellos vieron en él una oportunidad para robar y causar problemas.

Un día, mientras Kevin caminaba por la ciudad, escuchó a Harry y Marv hablar sobre sus planes para robar una juguetería en la víspera de Navidad. Kevin sabía que tenía que detenerlos y proteger la tienda.

Kevin pensó: «No puedo permitir que estos ladrones arruinen la Navidad de los niños. Tengo que hacer algo».

Así que, con su ingenio y valentía, Kevin preparó una serie de trampas y trucos para atrapar a los ladrones y salvar la juguetería. La noche antes de Navidad, Harry y Marv intentaron entrar en la tienda, pero se encontraron con las sorpresas que Kevin les tenía preparadas.

Harry gritó: «¡Ay! ¿Qué es esto? ¡Me duele!»

Marv exclamó: «¡Este niño nos ha tendido una trampa!»

A pesar de sus intentos, los ladrones no pudieron superar las trampas de Kevin y, finalmente, fueron capturados por la policía. La juguetería estaba a salvo, y los niños de la ciudad podrían disfrutar de sus regalos de Navidad.

Mientras tanto, la familia McCallister, preocupada por Kevin, había regresado a Nueva York para buscarlo. Después de una larga búsqueda, finalmente se reunieron en la víspera de Navidad, justo a tiempo para celebrar juntos.

Mamá McCallister abrazó a Kevin y dijo: «Estoy tan orgullosa de ti, Kevin. Eres un niño muy valiente y has salvado la Navidad para todos».

Y así, con la familia reunida y la ciudad a salvo, los McCallister disfrutaron de una maravillosa Navidad en Nueva York. Aprendieron que, incluso en los momentos más difíciles, el amor y la unión familiar pueden superar cualquier obstáculo.

Y como dice el viejo refrán: «y colorín colorado, este cuento se ha acabado«.

Reflexión del cuento de la película Mi Pobre Angelito 2

Este cuento nos enseña la importancia de la valentía y la determinación ante las adversidades. A pesar de estar solo y enfrentarse a situaciones desconocidas, Kevin no se dejó vencer por el miedo y decidió aprovechar su aventura en Nueva York. Nos muestra que incluso los más jóvenes pueden encontrar la fuerza interna necesaria para enfrentar y superar desafíos inesperados.

También refleja la importancia de la solidaridad y la protección de los demás. Kevin se dio cuenta de la amenaza que representaban los ladrones para la juguetería y para los niños en la víspera de Navidad, y decidió actuar para detenerlos. Nos muestra que, a veces, debemos tomar medidas para proteger a quienes nos rodean y garantizar su seguridad y felicidad.

Finalmente, el cuento resalta el valor de la familia y el poder del amor y la unión. A pesar de la separación temporal, la familia McCallister se reúne en la víspera de Navidad y celebra juntos. Nos recuerda que el amor y la conexión familiar son fundamentales en tiempos de dificultades y que, al final, la familia es un refugio de apoyo y felicidad.

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