Cuento de la película Mi Pobre Angelito 3 (1997)

Había una vez, en una tranquila y apacible ciudad, un niño llamado Alex Pruitt que vivía con su familia en una hermosa casa. Un día, mientras sus padres y hermanos estaban fuera, Alex se encontró solo en casa, sin saber que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.
Mientras tanto, un grupo de ladrones liderado por Peter Beaupre, junto con Alice Ribbons, Earl Unger y Burton Jernigan, planeaban robar un valioso chip secreto que estaba escondido en un juguete. Por casualidad, ese juguete había llegado a manos de Alex, quien no tenía idea de su verdadero valor.
Un día, mientras Alex estaba jugando con el juguete, escuchó una conversación sospechosa entre los ladrones. Decidió investigar y descubrió que estaban planeando robar el chip. Sin perder tiempo, Alex ideó un ingenioso plan para proteger su hogar y el valioso chip.
Alex (pensando): «No puedo permitir que estos ladrones se salgan con la suya. Tengo que proteger mi casa y este juguete».
Mientras tanto, los ladrones se acercaban a la casa de Alex, sin saber que el astuto niño había preparado una serie de trampas y sorpresas para ellos.
Peter Beaupre (hablando con su equipo): «Recuerden, tenemos que encontrar ese chip a toda costa. No podemos permitir que un niño se interponga en nuestro camino».
Cuando los ladrones intentaron entrar en la casa, se encontraron con la primera trampa de Alex: una puerta cubierta de pegamento que los dejó atrapados. Lucharon por liberarse, pero solo lograron enredarse aún más.
Alice Ribbons (frustrada): «¡Esto es ridículo! ¿Cómo puede un niño hacernos esto?»
Mientras los ladrones intentaban superar las trampas de Alex, el niño los observaba desde su escondite, disfrutando de su éxito. Sin embargo, sabía que no podía bajar la guardia. Tenía que asegurarse de que el chip estuviera a salvo.
Alex (susurrando): «Tengo que encontrar un lugar seguro para esconder el chip. No puedo permitir que lo encuentren».
Después de muchas peripecias y trampas, los ladrones finalmente lograron entrar en la casa. Pero Alex no se rindió y siguió luchando para proteger el chip. En un momento crítico, cuando parecía que los ladrones iban a ganar, Alex tuvo una idea brillante.
Alex (gritando): «¡Ya sé cómo detenerlos de una vez por todas!»
Usando su ingenio y valentía, Alex logró derrotar a los ladrones y recuperar el chip. Cuando sus padres y hermanos regresaron a casa, se sorprendieron al descubrir lo que había sucedido en su ausencia.
Madre de Alex (asombrada): «¡No puedo creer que hayas protegido nuestra casa y este valioso chip, Alex! Estamos muy orgullosos de ti».
Alex (sonriendo): «Solo hice lo que tenía que hacer para proteger nuestra casa y a nuestra familia».
Y así, gracias al coraje y la astucia de Alex Pruitt, la familia pudo vivir en paz, sabiendo que su hogar estaba a salvo de los ladrones. Y aunque la vida en la ciudad volvió a la normalidad, la historia de Alex y su valentía se convirtió en una leyenda que se contaría durante generaciones.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película Mi Pobre Angelito 3
Este cuento nos invita a reflexionar sobre el coraje y la determinación de un niño para proteger lo que es importante para él y su familia. A través de la valentía de Alex, se resalta la idea de que no importa cuán pequeños o jóvenes seamos, todos tenemos la capacidad de hacer frente a los desafíos y enfrentar las adversidades que se nos presentan. Además, el cuento resalta la importancia de la familia y cómo el apoyo y el amor incondicional pueden ser un gran impulso para superar obstáculos y lograr cosas extraordinarias.
También se destaca el poder de la creatividad y el ingenio. Alex no tenía recursos físicos o habilidades especiales, pero utilizó su inteligencia y astucia para idear trampas y sorpresas que confundieron a los ladrones y protegieron su hogar. Esta historia nos enseña que a menudo las soluciones más efectivas no están en lo evidente, sino en nuestra capacidad para pensar de manera diferente y encontrar nuevas perspectivas.
En última instancia, el cuento nos recuerda que cada uno de nosotros tiene la capacidad de marcar la diferencia y ser héroes en nuestras propias vidas. No importa cuán desafiante pueda parecer una situación, si tenemos confianza en nosotros mismos y estamos dispuestos a enfrentar los desafíos, podemos lograr cosas asombrosas y proteger lo que valoramos.