Cuento de la película El Exorcista (1973)

El Exorcista

En una noche tormentosa, en una casa antigua, vivía una niña llamada Regan junto a su madre Chris. Regan era una niña alegre y llena de vida, pero un día, algo extraño comenzó a suceder en su hogar.

La madre de Regan, Chris, empezó a notar que su hija se comportaba de manera muy rara. Un día, mientras Regan jugaba en su habitación, Chris escuchó ruidos extraños y decidió investigar. Al entrar, encontró a Regan hablando con una voz que no era la suya.

Regan: «No soy yo, mamá. Soy Captain Howdy«.

Chris, preocupada, decidió llevar a Regan al médico. Después de muchos exámenes, los médicos no encontraron nada malo en ella. Sin embargo, el comportamiento de Regan empeoró, y Chris no sabía qué hacer.

Un día, un sacerdote llamado Padre Karras llegó a la casa de Chris y Regan. Había escuchado sobre los extraños sucesos y quería ayudar. Al ver a Regan, el Padre Karras supo que algo no estaba bien.

Padre Karras: «Creo que Regan está poseída por un espíritu maligno. Necesitamos realizar un exorcismo para liberarla».

Chris, desesperada, aceptó la ayuda del Padre Karras. Juntos, buscaron al Padre Merrin, un experto en exorcismos, para que los ayudara en esta difícil tarea.

Cuando el Padre Merrin llegó a la casa, la situación había empeorado. Regan estaba atada a la cama, y su cuerpo se retorcía de maneras imposibles. El Padre Merrin sabía que debían actuar rápido.

Padre Merrin: «Padre Karras, debemos enfrentarnos al espíritu maligno que ha tomado a Regan. Rezaremos y usaremos nuestra fe para expulsarlo».

Los dos sacerdotes comenzaron el exorcismo. Rezaron y rociaron agua bendita sobre Regan, mientras el espíritu maligno luchaba por mantenerse en su cuerpo. La habitación se llenó de un frío sobrenatural, y los objetos volaban por los aires.

Padre Karras: «¡En el nombre de Dios, te ordeno que salgas de este cuerpo!»

El espíritu maligno, furioso, respondió con una voz aterradora.

Espíritu maligno: «¡Nunca me iré!»

La batalla entre los sacerdotes y el espíritu maligno continuó durante horas. Finalmente, el Padre Karras, lleno de valentía, decidió enfrentarse al espíritu directamente.

Padre Karras: «¡Llévame a mí en lugar de a Regan! ¡Déjala en paz!»

El espíritu maligno, sorprendido por el sacrificio del Padre Karras, abandonó el cuerpo de Regan y entró en el del sacerdote. El Padre Karras, ahora poseído, se lanzó por la ventana, sacrificándose para salvar a Regan.

Con el espíritu maligno derrotado, Regan volvió a ser la niña alegre y llena de vida que siempre había sido. Chris, agradecida, abrazó a su hija y agradeció a los sacerdotes por su ayuda.

Y así, en medio de la oscuridad, la luz y el amor triunfaron sobre el mal. Regan y Chris aprendieron que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay esperanza y bondad en el mundo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Reflexión del cuento de la película El Exorcista

Este cuento nos muestra la lucha del bien contra el mal y cómo el amor y la valentía pueden vencer al mal. También destaca la importancia de la esperanza en situaciones difíciles y cómo la ayuda de otros puede marcar la diferencia.

Además, nos muestra el sacrificio como una forma de proteger a los demás y cómo el acto de dar sin esperar nada a cambio puede tener un impacto positivo en las vidas de las personas. En general, este cuento refuerza la idea de que siempre hay esperanza y bondad en el mundo, incluso en los momentos más oscuros y desesperados.

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