Cuento de la película Safety, la última línea de defensa (2020)

En una noche de tormenta, Ray McElrathbey, un joven y talentoso jugador de fútbol americano, se enfrentaba a un desafío que cambiaría su vida para siempre. Ray había conseguido una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad de Clemson, pero su vida no era fácil. Su madre luchaba contra la adicción y su hermano menor, Fahmarr, necesitaba su ayuda.

Un día, Ray tomó una decisión que cambiaría el rumbo de sus vidas: llevar a Fahmarr a vivir con él en el campus. Pero, ¿cómo lograría equilibrar sus responsabilidades como estudiante, atleta y hermano mayor? Esa pregunta mantenía a Ray despierto por las noches, lleno de intriga y preocupación.

En el campus, Ray y Fahmarr conocieron a Daniel y Kaycee, dos amigos que se convirtieron en parte fundamental de su vida. Juntos, enfrentaron los desafíos que la vida les presentaba, y las conversaciones entre ellos eran siempre llenas de apoyo y cariño.

Un día, mientras Ray y Fahmarr caminaban por el campus, Daniel les dijo:

– Ray, tienes que encontrar una manera de cuidar de Fahmarr sin que afecte tu rendimiento en el equipo. La universidad es muy estricta con las reglas.

Ray asintió, sabiendo que Daniel tenía razón. Pero no estaba dispuesto a rendirse. En ese momento, Kaycee intervino:

– Chicos, estoy segura de que podemos encontrar una solución. Todos aquí queremos ayudar a Fahmarr y a Ray.

Y así, con la ayuda de sus amigos, Ray y Fahmarr enfrentaron juntos los obstáculos que se les presentaban. Pero un día, la situación se complicó aún más. La NCAA (Asociación Nacional de Atletismo Colegial) descubrió que Ray estaba cuidando de su hermano en el campus, lo que iba en contra de las reglas.

Ray estaba preocupado, pero sus amigos no lo dejaron solo. Daniel, Kaycee y el resto del equipo de fútbol americano se unieron para apoyar a Ray y Fahmarr. Juntos, lucharon para que la NCAA reconsiderara su decisión y permitiera a Ray mantener a su hermano en el campus.

Mientras esperaban la decisión de la NCAA, Ray y Fahmarr tuvieron una conversación muy emotiva:

– Fahmarr, pase lo que pase, quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti – dijo Ray con lágrimas en los ojos.

– Lo sé, Ray. Y yo siempre estaré aquí para apoyarte – respondió Fahmarr, abrazando a su hermano.

Finalmente, la NCAA tomó una decisión: permitirían a Ray mantener a Fahmarr en el campus, siempre y cuando cumpliera con ciertas condiciones. Ray y Fahmarr estaban felices y agradecidos por el apoyo de sus amigos y compañeros de equipo.

Con el tiempo, Ray y Fahmarr superaron todos los obstáculos y demostraron que el amor y la determinación pueden vencer cualquier desafío. Ray se convirtió en un jugador de fútbol americano exitoso y Fahmarr creció para ser un joven fuerte y resiliente.

Y así, en medio de la adversidad, Ray y Fahmarr aprendieron que, cuando se tiene el apoyo de amigos y seres queridos, no hay desafío que no se pueda superar. Y colorín colorado, este cuento lleno de amor y amistad se ha acabado.