Cuento de la película Frozen 2 (2019)

En un rincón mágico del mundo, donde los sueños cobran vida, había una vez un reino llamado Arendelle. En este reino vivían dos hermanas, la valiente y aventurera Anna y la misteriosa y poderosa Elsa, quien tenía la habilidad de controlar el hielo y la nieve.

Un día, las hermanas escucharon una misteriosa voz que llamaba a Elsa. Intrigadas, decidieron embarcarse en una emocionante aventura junto a sus amigos Kristoff, su fiel reno Sven y el divertido muñeco de nieve Olaf. ¿Qué secretos descubrirían en su viaje?

Mientras exploraban el Bosque Encantado, se encontraron con los espíritus de los elementos: agua, fuego, tierra y aire. Estos espíritus les mostraron recuerdos del pasado, revelando la verdad sobre sus padres y la conexión de Elsa con la misteriosa voz.

En una de las conversaciones, Anna le preguntó a Elsa:

– ¿Crees que podamos descubrir el origen de tus poderes y la razón de esa voz que te llama?

Elsa respondió con determinación:

– Lo averiguaremos juntas, hermana. No importa lo que encontremos, siempre estaremos unidas.

Durante su travesía, conocieron a los Northuldra, un pueblo que vivía en armonía con los espíritus de la naturaleza. Juntos, descubrieron que el pasado de Arendelle y los Northuldra estaba conectado, y que un error cometido por sus antepasados había provocado la ira de los espíritus.

Anna y Elsa se dieron cuenta de que debían enmendar los errores del pasado para restaurar la paz en el reino. Pero para lograrlo, tendrían que enfrentarse a desafíos y peligros nunca antes imaginados.

Mientras tanto, Olaf compartía sus pensamientos con Sven:

– ¿Sabes, Sven? A veces, la vida nos pone pruebas difíciles, pero siempre hay algo bueno que aprender de ellas.

En su búsqueda, Elsa descubrió que la misteriosa voz pertenecía a su difunta madre, quien la guiaba hacia la verdad sobre sus poderes y su verdadero propósito. Elsa se dio cuenta de que ella era el quinto espíritu, el puente entre los elementos y los humanos.

Con la ayuda de Anna, Elsa logró enmendar los errores del pasado y liberar a los espíritus, quienes finalmente perdonaron a Arendelle y a los Northuldra. La paz y la armonía regresaron al reino, y las hermanas comprendieron que su amor y unión eran más fuertes que cualquier desafío.

Al final de su aventura, Anna se convirtió en la reina de Arendelle, mientras que Elsa decidió quedarse con los Northuldra para proteger y guiar a los espíritus de la naturaleza.

Y así, con el corazón lleno de amor y esperanza, las hermanas y sus amigos regresaron a sus hogares, sabiendo que siempre estarían unidos, sin importar la distancia. Y aunque sus caminos tomaron rumbos diferentes, su amor y amistad perdurarían por siempre.

Y como dice el viejo refrán, y colorín colorado, este cuento se ha acabado.