Cuento de la película Klaus (2019)

Klaus

En una fría y ventosa noche, en un lugar llamado Smeerensburg, un joven cartero llamado Jesper fue enviado a cumplir una misión casi imposible. Su tarea era entregar seis mil cartas en un año, en un pueblo donde nadie enviaba cartas. Pero lo que Jesper no sabía era que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.

Un día, mientras Jesper intentaba entregar cartas, conoció a un misterioso hombre llamado Klaus. Klaus era un anciano solitario que vivía en una cabaña en el bosque, rodeado de juguetes hechos a mano. Intrigado por este hombre, Jesper decidió averiguar más sobre él.

Jesper y Klaus comenzaron a trabajar juntos, entregando juguetes a los niños de Smeerensburg. A medida que entregaban los juguetes, los niños comenzaron a enviar cartas a Klaus, pidiendo más juguetes. Las conversaciones entre Jesper y Klaus se volvieron más amigables y cercanas.

Jesper: ¿Por qué haces todos estos juguetes, Klaus?

Klaus: Hace mucho tiempo, mi esposa y yo queríamos tener hijos, pero nunca pudimos. Así que empecé a hacer juguetes para los niños de todo el mundo.

Mientras tanto, en el pueblo, la alcaldesa Madame Krum y el alcalde Mr. Ellingboe estaban preocupados por la creciente amistad entre Jesper y Klaus. Temían que la amabilidad y la generosidad de Klaus pudieran poner fin a la rivalidad entre sus familias, que había durado generaciones.

Madame Krum: ¡No podemos permitir que estos dos sigan repartiendo juguetes y felicidad! ¡Tenemos que detenerlos!

Mr. Ellingboe: ¡Estoy de acuerdo! ¡Nuestras familias han estado peleando durante años, y no podemos dejar que eso cambie!

Mientras Jesper y Klaus continuaban entregando juguetes, conocieron a una niña llamada Alva, quien solía ser maestra pero ahora trabajaba como pescadera. Alva se unió a Jesper y Klaus en su misión de repartir juguetes y felicidad a los niños de Smeerensburg.

La amabilidad y generosidad de Jesper, Klaus y Alva comenzaron a cambiar el pueblo. Los niños dejaron de pelear y comenzaron a ayudarse mutuamente. Incluso las familias rivales comenzaron a reconciliarse.

Alva: ¡Miren lo que hemos logrado juntos! ¡Hemos cambiado este pueblo para mejor!

Jesper: ¡Sí, y todo gracias a Klaus y sus juguetes!

Pero Madame Krum y Mr. Ellingboe no estaban contentos con estos cambios. Decidieron unir fuerzas y tratar de detener a Jesper, Klaus y Alva. Sin embargo, sus planes fracasaron, y la bondad y generosidad de Jesper, Klaus y Alva prevalecieron.

Con el tiempo, Jesper logró entregar las seis mil cartas que necesitaba y pudo regresar a su hogar. Pero antes de irse, le hizo una promesa a Klaus.

Jesper: Prometo que siempre recordaré lo que aprendí aquí en Smeerensburg y que seguiré repartiendo felicidad y amabilidad dondequiera que vaya.

Y así, Jesper, Klaus y Alva dejaron un legado duradero en Smeerensburg, un legado de amor, amistad y generosidad. Los niños del pueblo nunca olvidaron a Klaus y sus juguetes, y la historia de su amabilidad se transmitió de generación en generación.

Y así, en un cálido y soleado día, el cuento de Jesper, Klaus y Alva llegó a su fin, pero su legado de amor y amistad vivirá para siempre en los corazones de aquellos que escucharon su historia.

Reflexión del cuento de la película Klaus

Este cuento nos cuenta la reflexión sobre el poder transformador de la amabilidad y la generosidad. A través de las acciones de Jesper, Klaus y Alva, vemos cómo un pequeño gesto de bondad puede tener un impacto significativo en la vida de las personas y en una comunidad. La historia nos muestra que al elegir ser amables y generosos, podemos romper barreras, reconciliar diferencias y crear un entorno positivo donde prevalezca la felicidad y la colaboración.

Además, el cuento resalta la importancia de recordar las lecciones aprendidas y llevarlas con nosotros en nuestro camino. Jesper promete recordar lo que aprendió en Smeerensburg y seguir repartiendo felicidad y amabilidad en otros lugares. Esto nos enseña que nuestras experiencias y los valores que adquirimos pueden influir en nuestras acciones futuras y en cómo nos relacionamos con los demás.

Por último, la historia muestra la importancia de mantener viva la memoria de las personas que han dejado un impacto positivo en nuestras vidas. Los niños de Smeerensburg nunca olvidaron a Klaus y sus juguetes, y su historia se transmitió a través de las generaciones. Esto nos invita a valorar y honrar el legado de aquellos que nos han inspirado y nos recuerda que nuestras acciones pueden tener un efecto duradero, dejando una huella en la vida de los demás.

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