Cuento de la película X-Men 2 (2003)

En una noche tormentosa, un grupo de héroes muy especiales, los X-Men, se preparaban para enfrentar una nueva amenaza. Estos héroes, liderados por el sabio Profesor X, eran mutantes con habilidades extraordinarias.

El Profesor X tenía la capacidad de leer y controlar las mentes de los demás. Junto a él, estaba Cíclope, quien podía lanzar rayos de energía de sus ojos; Jean Grey, con poderes telequinéticos y telepáticos; Tormenta, capaz de controlar el clima; Rogue, que podía absorber los poderes y recuerdos de otros al tocarlos; y Wolverine, con garras de metal y un factor de curación increíble.

Un día, un misterioso ataque en la Casa Blanca dejó a todos preocupados. El atacante era una mutante llamada Mística, que podía cambiar de forma y adoptar la apariencia de cualquier persona. ¿Qué buscaba Mística y por qué atacó la Casa Blanca? La intriga estaba en el aire.

Mientras tanto, el Profesor X y sus X-Men investigaban el ataque. Descubrieron que un hombre llamado William Stryker estaba detrás de todo. Stryker odiaba a los mutantes y quería usar a Mística para llegar al Profesor X y controlar a todos los mutantes del mundo.

Los X-Men se dividieron en grupos para enfrentar a Stryker y proteger a los mutantes. Wolverine, Rogue, Ice Man y Pyro se dirigieron a la mansión de Stryker, mientras que Profesor X, Cíclope, Jean Grey y Tormenta intentaban detener a Mística.

En la mansión de Stryker, Wolverine descubrió que Stryker había sido el responsable de su pasado oscuro y de las garras de metal en sus manos. Wolverine estaba decidido a detener a Stryker y proteger a sus amigos.

Mientras tanto, Profesor X y su equipo encontraron a Mística y descubrieron que Stryker había secuestrado a varios mutantes para usarlos en sus experimentos. Juntos, los X-Men idearon un plan para rescatar a los mutantes y detener a Stryker.

En una emocionante batalla, los X-Men lucharon contra las fuerzas de Stryker y lograron rescatar a los mutantes secuestrados. Wolverine enfrentó a Stryker y, aunque estaba enojado por lo que le había hecho, decidió no vengarse y dejó que Stryker fuera arrestado.

Pero la lucha no había terminado. Jean Grey comenzó a sentir que sus poderes se volvían incontrolables. En un acto de valentía, sacrificó su vida para salvar a sus amigos y detener una inundación que amenazaba con destruir todo.

Los X-Men regresaron a su hogar, tristes por la pérdida de Jean Grey, pero decididos a seguir protegiendo a los mutantes y a un mundo que los temía y odiaba. Habían demostrado que, juntos, podían enfrentar cualquier desafío y hacer del mundo un lugar mejor para todos.

Y así, con la promesa de un nuevo amanecer, los X-Men continuaron su lucha por la justicia y la igualdad, sabiendo que siempre estarían unidos como una familia.