Cuento de la película Guerra Mundial Z (2013)

Había una vez, en un mundo donde todo parecía normal, un oscuro secreto se escondía a la espera de ser descubierto. La vida de todos cambiaría para siempre, y nadie sabía lo que estaba por venir.

Un día, el Gerry Lane, un ex investigador de las Naciones Unidas, estaba desayunando con su esposa Karin y sus dos hijas, Rachel y Constance. De repente, el caos estalló en las calles. La gente corría aterrorizada, y nadie sabía qué estaba pasando.

Gerry, preocupado por la seguridad de su familia, decidió investigar. En su búsqueda, se encontró con un hombre llamado Andrew Fassbach, un joven científico que le reveló la terrible verdad: una pandemia de zombis estaba arrasando el mundo.

– ¿Zombis? – preguntó Gerry, incrédulo.
– Sí, zombis – respondió Andrew. – Y debemos encontrar la manera de detenerlos antes de que sea demasiado tarde.

Gerry sabía que tenía que actuar rápido para proteger a su familia y al mundo entero. Con la ayuda de Andrew y otros personajes, como el Capitán Speke y la valiente soldado israelí Segen, Gerry se embarcó en una misión desesperada para encontrar la cura.

Mientras tanto, Karin y las niñas se refugiaron en un barco de la Armada, esperando noticias de Gerry. La tensión crecía a medida que los días pasaban sin saber si Gerry estaba vivo o muerto.

En su viaje, Gerry y sus compañeros enfrentaron innumerables peligros y desafíos. En un momento, Gerry tuvo una conversación con Segen:

– ¿Crees que encontraremos la cura? – preguntó Gerry.
– No lo sé – respondió Segen. – Pero no podemos rendirnos. Tenemos que seguir adelante.

Gerry y su equipo viajaron por todo el mundo, desde Corea del Sur hasta Israel y finalmente a Gales, donde encontraron un laboratorio de investigación de la Organización Mundial de la Salud. Allí, Gerry tuvo una idea brillante: si pudieran hacer que los zombis los consideraran «invisibles», podrían detener la propagación del virus.

Con la ayuda de la Dr. Lena y otros científicos, Gerry puso en marcha un plan arriesgado. Se inyectó a sí mismo con un virus mortal, esperando que los zombis lo ignoraran. Y funcionó: los zombis ya no lo veían como una amenaza y lo dejaron en paz.

Gerry había descubierto la clave para detener la pandemia. Con el tiempo, la humanidad comenzó a recuperarse y a reconstruir sus vidas. Gerry se reunió con su familia, y todos estaban agradecidos por su valentía y sacrificio.

Y así, en medio de la oscuridad, un rayo de esperanza brilló para la humanidad. Aunque la lucha contra los zombis no había terminado, Gerry y sus amigos habían demostrado que, juntos, podían enfrentar cualquier desafío.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.