Cuento de la película Resident Evil: El huésped maldito (2002)

Había una vez, en una oscura y misteriosa noche, un grupo de valientes aventureros que se adentraron en un lugar lleno de peligros y secretos. Este lugar era conocido como La Colmena, un laboratorio subterráneo donde se llevaban a cabo experimentos muy extraños.

Los aventureros eran miembros de un equipo especial llamado STARS. Entre ellos estaban Alice, una mujer valiente y decidida; Spence, un hombre inteligente y astuto; Rain, una mujer fuerte y leal; y Matt, un hombre valiente y curioso. También había otros miembros del equipo, como One, J.D. y Kaplan.

Un día, algo terrible sucedió en La Colmena. Un virus llamado T-Virus se liberó accidentalmente, convirtiendo a todos los que entraban en contacto con él en terribles monstruos llamados zombis. Los aventureros debían encontrar la manera de detener la propagación del virus y salvar a la humanidad.

Mientras exploraban el oscuro y tenebroso laboratorio, Alice y sus amigos encontraron a un hombre llamado Dr. Ashford, quien les reveló que había una cura para el T-Virus llamada Antivirus. Pero había un problema: el Antivirus estaba escondido en algún lugar de La Colmena, y tendrían que enfrentarse a los zombis y otros horrores para encontrarlo.

Alice: «Tenemos que encontrar el Antivirus y detener la propagación del T-Virus. No podemos permitir que este horror se extienda por el mundo».

Rain: «Estoy de acuerdo, Alice. No podemos rendirnos ahora. Tenemos que luchar y encontrar la cura».

Mientras buscaban el Antivirus, los aventureros se encontraron con muchos zombis y otras criaturas aterradoras. Pero, a pesar del miedo y el peligro, nunca se rindieron. Juntos, lucharon valientemente contra los monstruos y resolvieron acertijos complicados para avanzar en su búsqueda.

En un momento, Alice y sus amigos encontraron una sala llena de cápsulas extrañas. Dentro de una de ellas, descubrieron a una niña llamada Angela, la hija del Dr. Ashford. Angela les contó que su padre había creado el T-Virus para tratar de curar su enfermedad, pero algo salió mal y el virus se volvió peligroso.

Angela: «Mi padre no quería que esto sucediera. Él solo quería ayudarme. Por favor, encuentren el Antivirus y detengan el T-Virus».

Conmovidos por la historia de Angela, los aventureros prometieron encontrar el Antivirus y salvar a la humanidad. Continuaron su búsqueda, enfrentándose a más zombis y monstruos en el camino.

Finalmente, llegaron a una sala donde encontraron el preciado Antivirus. Pero antes de que pudieran tomarlo, un monstruo gigante llamado Licker apareció y atacó al grupo. Alice y sus amigos lucharon valientemente contra el Licker, y después de una dura batalla, lograron derrotarlo.

Con el Antivirus en sus manos, los aventureros regresaron a la superficie y lo utilizaron para detener la propagación del T-Virus. Gracias a su valentía y determinación, salvaron a la humanidad de un destino terrible.

Y así, con el mundo a salvo y el T-Virus contenido, nuestros valientes héroes pudieron descansar y celebrar su victoria. Pero sabían que siempre debían estar alerta, pues nunca se sabe cuándo podrían enfrentarse a nuevos peligros y desafíos.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.