Cuento de la película El Legado del Diablo (2018)

Había una vez, en un pequeño pueblo, una familia que vivía en una casa antigua y misteriosa. La familia estaba compuesta por la madre, Annie; el padre, Steve; el hijo, Peter; y la hija, Charlie. Todos ellos guardaban secretos que pronto saldrían a la luz.

Un día, mientras Annie trabajaba en su taller de miniaturas, Charlie entró y le preguntó:

– Mamá, ¿por qué la abuela siempre decía que yo era su favorita?

Annie se quedó pensativa y respondió:

– No lo sé, cariño. La abuela era un poco extraña a veces.

Esa noche, Peter tuvo una pesadilla en la que veía a su abuela en su habitación. Despertó asustado y fue a hablar con su padre, Steve.

– Papá, he tenido un sueño horrible con la abuela. ¿Crees que ella nos está vigilando desde el más allá?

Steve trató de tranquilizar a su hijo:

– No te preocupes, Peter. Solo fue un sueño. La abuela ya no está con nosotros.

A medida que pasaban los días, cosas extrañas comenzaron a suceder en la casa. Charlie dibujaba figuras misteriosas en su cuaderno y Annie encontró un álbum de fotos con imágenes perturbadoras de su madre. Decidió investigar más sobre el pasado de su familia y descubrió que su madre había formado parte de un grupo secreto.

Mientras tanto, Peter y Charlie tuvieron una discusión en la que Charlie le dijo a su hermano:

– Peter, siento que algo malo va a pasar. ¿Tú también lo sientes?

Peter no sabía qué decir, pero en el fondo también sentía que algo no estaba bien.

Un día, Annie encontró una caja con objetos extraños que pertenecían a su madre. Entre ellos había un libro que hablaba de rituales y espíritus. Decidió compartir sus hallazgos con su esposo, Steve.

– Steve, creo que mi madre estaba involucrada en algo oscuro. ¿Qué debemos hacer?

Steve intentó mantener la calma y sugirió:

– Tal vez deberíamos hablar con alguien que sepa sobre estos temas. Podría ayudarnos a entender lo que está pasando.

La familia decidió buscar ayuda y encontraron a una mujer llamada Joan, quien les explicó que la abuela había estado tratando de invocar a un espíritu poderoso. Joan les enseñó cómo protegerse de las fuerzas oscuras y les dio un amuleto para mantener a raya a los espíritus malignos.

Con el tiempo, la familia logró superar los oscuros secretos de su pasado y aprendieron a mantenerse unidos frente a las adversidades. Aunque la sombra de la abuela aún se cernía sobre ellos, habían aprendido a enfrentar sus miedos y a protegerse de las fuerzas oscuras que los acechaban.

Y así, después de muchas pruebas y desafíos, la familia pudo encontrar la paz y la felicidad que tanto anhelaban. Aprendieron que el amor y la unión familiar eran más fuertes que cualquier fuerza maligna y que, juntos, podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.