Cuento de la película Un experto en diversión (1986)

En un lugar donde los sueños se hacen realidad, había una vez un joven llamado Ferris Bueller que decidió tomarse un día libre de la escuela. Ferris era un chico astuto y carismático, siempre dispuesto a vivir la vida al máximo.

Un día, Ferris despertó y decidió que era el día perfecto para tomarse un descanso de la rutina escolar. Convenció a su mejor amigo, Cameron Frye, de que se uniera a él en su aventura. Cameron era un chico preocupado y nervioso, pero Ferris siempre sabía cómo animarlo.

Ferris también quería que su novia, Sloane Peterson, se uniera a ellos en su día libre. Para lograrlo, ideó un plan para sacarla de la escuela. Ferris llamó a la escuela haciéndose pasar por el padre de Sloane y dijo que su abuela había fallecido. El director, Edward R. Rooney, sospechaba que Ferris estaba detrás de esto, pero no tenía pruebas.

Mientras tanto, la hermana de Ferris, Jeanie Bueller, estaba celosa de la libertad de su hermano y decidió intentar atraparlo en su mentira. Jeanie estaba decidida a demostrar que Ferris estaba mintiendo sobre estar enfermo.

Ferris, Cameron y Sloane comenzaron su día libre visitando la ciudad. Primero, fueron a un desfile donde Ferris subió a un carro alegórico y cantó una canción, haciendo que la multitud se emocionara. Luego, visitaron un museo de arte y contemplaron las hermosas pinturas que había allí.

En un momento, Ferris le dijo a Cameron: «La vida se mueve muy rápido. Si no te detienes y miras a tu alrededor de vez en cuando, podrías perdértela». Esta frase hizo que Cameron reflexionara sobre su vida y cómo solía preocuparse demasiado por las cosas.

Mientras tanto, el director Rooney estaba decidido a atrapar a Ferris y demostrar que estaba mintiendo sobre estar enfermo. Se dirigió a la casa de Ferris, pero en lugar de encontrarlo allí, se encontró con Jeanie, quien también estaba tratando de atrapar a su hermano.

Ferris, Cameron y Sloane continuaron su aventura yendo a un restaurante elegante donde Ferris se hizo pasar por un hombre importante para conseguir una mesa. Después de disfrutar de una deliciosa comida, decidieron dar un paseo en el auto deportivo de Cameron, un Ferrari rojo que su padre adoraba.

Sin embargo, al final del día, el auto sufrió un accidente y quedó destrozado. Cameron estaba preocupado por la reacción de su padre, pero Ferris lo animó a enfrentarse a él y ser honesto sobre lo sucedido.

Mientras tanto, Jeanie había sido arrestada por intentar denunciar a su hermano, pero en la estación de policía conoció a un joven llamado Garth Volbeck que la ayudó a ver que su enojo hacia Ferris no era saludable. Jeanie decidió dejar de intentar atrapar a su hermano y comenzó a apreciar más su vida.

Al final del día, Ferris, Cameron y Sloane regresaron a casa justo a tiempo para evitar ser atrapados por sus padres y el director Rooney. Ferris se despidió de sus amigos y corrió a su casa, escapando por poco de ser descubierto.

Cameron enfrentó a su padre y aprendió a ser más valiente, Sloane y Ferris continuaron disfrutando de su relación, y Jeanie aprendió a apreciar a su hermano y a vivir su propia vida.

Y así, con una sonrisa en sus rostros y una lección aprendida, nuestros héroes cerraron este capítulo de sus vidas. Y como dice el refrán, al final del arcoíris siempre hay un tesoro.