Cuento de la película Patch Adams (1998)

Patch Adams

Había una vez en un lugar muy lejano, un hombre llamado Patch Adams que soñaba con cambiar el mundo. Un día, decidió estudiar medicina para ayudar a las personas enfermas y hacerlas sonreír. Pero su forma de hacerlo era muy diferente a la de los demás médicos.

En la escuela de medicina, Patch conoció a su mejor amigo, Truman. Juntos, se dieron cuenta de que la risa y el amor eran tan importantes como la medicina para curar a las personas. Así que decidieron llevar alegría a los pacientes del hospital.

Un día, Patch y Truman conocieron a una niña llamada Carin, quien también quería ayudar a los demás. Los tres amigos se unieron y comenzaron a visitar a los pacientes disfrazados de payasos y otros personajes divertidos.

Patch le dijo a Truman:

– ¿Sabes qué? Creo que podemos hacer algo más grande para ayudar a las personas.

Truman respondió:

– ¿Qué tienes en mente, amigo?

Patch compartió su idea de crear un hospital diferente, donde los médicos trataran a los pacientes con amor, risa y comprensión. A Truman y Carin les encantó la idea, y juntos comenzaron a trabajar en el proyecto.

Mientras tanto, en la escuela de medicina, el Decano Walcott no estaba contento con las ideas de Patch. Pensaba que la medicina debía ser seria y que no había lugar para la risa en el hospital.

Un día, el Decano Walcott llamó a Patch a su oficina y le dijo:

Patch, no puedo permitir que sigas haciendo esto. La medicina es un asunto serio, y tus ideas no tienen cabida aquí.

Patch respondió con valentía:

– Pero, señor, he visto cómo la risa y el amor pueden ayudar a las personas a sanar. No puedo dejar de hacer lo que creo que es correcto.

El Decano Walcott no cambió de opinión, pero Patch no se rindió. Siguió trabajando en su proyecto de hospital con Truman y Carin, y juntos lograron construir el Hospital de la Risa.

En el Hospital de la Risa, los médicos y enfermeras trataban a los pacientes con amor y risa. Los niños y adultos enfermos comenzaron a sentirse mejor, y las personas de todo el mundo comenzaron a hablar sobre el increíble trabajo de Patch Adams y sus amigos.

Un día, un periodista llegó al hospital para entrevistar a Patch y preguntó:

– ¿Cuál es el secreto de tu éxito, Patch?

Patch sonrió y respondió:

– El secreto es simple: tratamos a las personas con amor, risa y comprensión. Creemos que la medicina no es solo recetas y tratamientos, sino también el poder de la alegría y la amistad.

La historia de Patch Adams se convirtió en un ejemplo para médicos y enfermeras de todo el mundo. A pesar de las dificultades y la oposición, Patch nunca dejó de creer en su sueño y en el poder de la risa para curar a las personas.

Y así, Patch Adams, Truman y Carin continuaron llevando amor y risa a los corazones de todos los que encontraban en su camino. Sus acciones demostraron que, a veces, un poco de alegría y comprensión pueden hacer una gran diferencia en la vida de las personas.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Reflexión del cuento de la película Patch Adams

El cuento de Patch Adams nos cuenta la historia de una persona que tenía un sueño y trabajó duro para hacerlo realidad. Patch creía en la idea de que la medicina no se trata solo de recetas y tratamientos, sino también de la alegría y la amistad. Él y sus amigos, Truman y Carin, demostraron que la risa y el amor pueden ser tan importantes como la medicina para curar a las personas.

El cuento también nos muestra que a veces, la gente se opone a nuevas ideas y formas de hacer las cosas. El Decano Walcott no estaba de acuerdo con las ideas de Patch, pero él no se dejó intimidar. En lugar de eso, siguió trabajando en su proyecto de hospital y finalmente logró construir el Hospital de la Risa.

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