Cuento de la película Alicia a Través del Espejo (2016)
En un lugar donde los sueños cobran vida, había una vez una joven llamada Alicia que, tras una serie de aventuras en el mágico mundo de Submundo, se encontró frente a un espejo muy peculiar. Este espejo la llevó a un viaje en el tiempo, donde descubrió secretos y vivió nuevas aventuras con sus amigos de Submundo.
Un día, mientras Alicia caminaba por el bosque, se encontró con el Conejo Blanco, quien parecía muy preocupado. «¡Oh, Alicia! ¡Necesito tu ayuda! El Sombrerero Loco está en peligro, y solo tú puedes salvarlo», exclamó el Conejo Blanco.
Intrigada por el misterio que rodeaba al Sombrerero Loco, Alicia decidió seguir al Conejo Blanco hasta el castillo de la Reina Roja. Allí, se encontraron con la Reina Blanca, quien les explicó que el Sombrerero Loco había sido capturado por la Reina Roja y que solo podían liberarlo viajando al pasado.
Para lograrlo, Alicia debía encontrar al misterioso personaje llamado Tiempo, quien tenía el poder de controlar el tiempo y podía ayudarla a viajar al pasado. Alicia y sus amigos se embarcaron en una emocionante búsqueda para encontrar a Tiempo y salvar al Sombrerero Loco.
Durante su viaje, Alicia conoció a muchos personajes interesantes, como Absolem, la oruga sabia que se convirtió en mariposa, y Tweedledee y Tweedledum, los divertidos gemelos que siempre discutían entre sí. También se encontró con el Gato de Cheshire, quien la ayudó a encontrar el camino correcto para llegar a Tiempo.
Finalmente, Alicia encontró a Tiempo y le pidió que la ayudara a viajar al pasado para salvar al Sombrerero Loco. Tiempo accedió a ayudarla, pero le advirtió que debía tener cuidado, ya que cambiar el pasado podría tener consecuencias inesperadas.
Mientras viajaban al pasado, Alicia y sus amigos descubrieron secretos sobre la vida del Sombrerero Loco y la verdadera razón por la que la Reina Roja lo había capturado. También aprendieron sobre la enemistad entre la Reina Roja y la Reina Blanca, y cómo sus acciones en el pasado afectaron el presente.
Después de enfrentarse a muchos desafíos y peligros, Alicia logró liberar al Sombrerero Loco y regresar al presente. Sin embargo, al hacerlo, también cambió el curso de la historia y mejoró la vida de todos en Submundo.
Con el Sombrerero Loco a salvo y Submundo en paz, Alicia se despidió de sus amigos y regresó a su mundo a través del espejo mágico. Aunque sabía que siempre llevaría consigo las lecciones y recuerdos de sus aventuras en Submundo, también entendió que su lugar estaba en su propio mundo, junto a su familia y amigos.
Y así, con una sonrisa en su rostro y el corazón lleno de amor y gratitud, Alicia cruzó el espejo por última vez, dejando atrás el maravilloso mundo de Submundo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película Alicia a Través del Espejo
Este cuento nos invita a reflexionar sobre la importancia de enfrentar los desafíos y aventurarnos en lo desconocido. Alicia, a través de su valentía y determinación, descubre un mundo mágico y se convierte en la única esperanza para salvar al Sombrerero Loco. Esta historia nos muestra que a veces es necesario salir de nuestra zona de confort y enfrentar situaciones difíciles para lograr un cambio positivo en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
Además, el cuento nos enseña sobre las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Alicia aprende que cada elección tiene un impacto en el presente y en el futuro. Sus acciones al cambiar el pasado afectan positivamente la vida de los personajes en Submundo, mostrándonos la importancia de ser conscientes de nuestras decisiones y cómo estas pueden influir en nuestro entorno.
Por último, el cuento nos transmite el mensaje de que, a pesar de las maravillas que pueda ofrecer un mundo diferente, siempre hay un lugar al que pertenecemos. Alicia comprende que su hogar está junto a su familia y amigos en su propio mundo. Nos invita a apreciar y valorar lo que tenemos, reconociendo que, aunque podamos disfrutar de nuevas experiencias y conocimientos, siempre hay un lugar al que pertenecemos y donde encontramos amor y gratitud.