Cuento de la película Tres Anuncios por un Crimen (2017)
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Ebbing, un lugar donde la vida transcurría tranquila y sin sobresaltos. Pero un día, todo cambió cuando una madre llamada Mildred Hayes decidió enfrentarse a la injusticia que había caído sobre su familia.
Mildred era una mujer valiente y decidida, que no se dejaba intimidar por nada ni por nadie. Su hija había sido asesinada, y la policía del pueblo no había encontrado al culpable. Cansada de esperar, Mildred tomó una decisión que cambiaría la vida de todos en Ebbing: alquilar tres grandes vallas publicitarias a las afueras del pueblo para exigir justicia.
Las vallas decían: «Violada mientras moría«, «Y todavía no hay arrestos«, «¿Cómo es eso, Jefe Willoughby?«. El Jefe Willoughby era el jefe de policía del pueblo, y estas palabras lo afectaron profundamente.
Un día, Willoughby fue a visitar a Mildred para hablar sobre las vallas. Él le explicó que habían hecho todo lo posible para encontrar al asesino, pero no habían tenido éxito. Mildred no se dejó convencer y le dijo que no quitaría las vallas hasta que se hiciera justicia.
Mientras tanto, en la estación de policía, un oficial llamado Jason Dixon también se sentía molesto por las vallas. Dixon era conocido por su temperamento violento y racista, y no le gustaba que alguien desafiara a su jefe.
Un día, Dixon decidió enfrentarse a Mildred y le dijo: «Deberías quitar esas vallas, no están ayudando a nadie». Pero Mildred se mantuvo firme y le respondió: «No las quitaré hasta que encuentren al asesino de mi hija».
La tensión en el pueblo crecía cada día, y las vallas se convirtieron en el tema de conversación principal. Algunos apoyaban a Mildred, mientras que otros pensaban que estaba yendo demasiado lejos.
Un día, Willoughby decidió visitar a Mildred nuevamente, pero esta vez tenía una noticia triste que compartir: estaba enfermo y no le quedaba mucho tiempo de vida. Mildred se entristeció al escuchar esto, pero aún así no estaba dispuesta a ceder en su lucha por justicia.
Poco después, Willoughby falleció, y Dixon fue despedido de la policía por su comportamiento violento. Pero antes de irse, Willoughby dejó una carta para Dixon, en la que le decía que creía en su capacidad para cambiar y convertirse en una mejor persona.
Dixon, conmovido por las palabras de su jefe, decidió investigar el caso de la hija de Mildred por su cuenta. Un día, mientras estaba en un bar, escuchó a un hombre hablar sobre un crimen que había cometido, y Dixon pensó que podría ser el asesino que estaban buscando.
Junto a Mildred, Dixon siguió al sospechoso hasta su casa, pero al final descubrieron que no era el culpable. A pesar de la decepción, Mildred y Dixon decidieron seguir buscando al asesino juntos, unidos por su deseo de justicia y redención.
Y así, en medio de la adversidad y el dolor, dos personas que antes se enfrentaban ahora se habían convertido en aliados en la búsqueda de la verdad. Aunque el asesino de la hija de Mildred aún no había sido encontrado, su lucha había logrado unir a la comunidad y demostrar que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza.
Y colorín colorado, este cuento lleno de valentía y amistad se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película Tres Anuncios por un Crimen
Este cuento nos cuenta la poderosa reflexión sobre la valentía y la lucha por la justicia. Mildred Hayes se enfrenta a la injusticia y la pasividad de las autoridades al alquilar las vallas publicitarias, exigiendo justicia por el asesinato de su hija. Su determinación y valentía inspiran a otros a unirse a la causa, mostrando que incluso en los momentos más oscuros, es posible luchar por la verdad y la redención.
Además, el cuento resalta el poder transformador de la amistad y la empatía. Aunque al principio Mildred y el oficial Dixon se enfrentan, a medida que la historia avanza, se dan cuenta de que comparten un objetivo común: encontrar al asesino. Superan sus diferencias y se convierten en aliados, demostrando que el perdón y la colaboración pueden surgir incluso en circunstancias adversas.
En última instancia, el cuento nos enseña que la esperanza nunca se debe perder. Aunque el asesino aún no ha sido encontrado, la lucha de Mildred y Dixon ha generado un sentido de comunidad y unidad en el pueblo de Ebbing. A través de su valentía y perseverancia, nos muestra que, incluso en las situaciones más difíciles, siempre hay esperanza y la posibilidad de un cambio positivo.