Cuento de la película Lazzaro Feliz (2018)

Lazzaro Feliz

En un lugar lejano y misterioso, donde la luna iluminaba las noches y el sol acariciaba los campos, vivían los habitantes de un pequeño pueblo llamado Inviolata. Entre ellos, había un joven especial, de corazón noble y bondadoso, llamado Lazzaro.

Un día, mientras Lazzaro caminaba por el campo, se encontró con un muchacho llamado Tancredi, quien era muy diferente a él. Tancredi era el hijo de la Marquesa Alfonsina de Luna, una mujer poderosa y temida en el pueblo.

Tancredi: Hola, ¿cómo te llamas?

Lazzaro: Me llamo Lazzaro, ¿y tú?

Tancredi: Soy Tancredi, el hijo de la Marquesa. ¿Quieres ser mi amigo?

Lazzaro aceptó con gusto, y así comenzó una amistad inesperada entre dos jóvenes de mundos muy distintos.

Un día, Tancredi tuvo una idea para escapar de su vida aburrida y controlada por su madre.

Tancredi: Lazzaro, tengo un plan. Fingiré mi propio secuestro y me esconderé en una cueva. Tú me llevarás comida y mantendrás mi secreto. Así, mi madre pagará un rescate y yo seré libre.

Lazzaro, siempre dispuesto a ayudar, aceptó el plan de Tancredi. Durante días, llevó comida a la cueva y mantuvo el secreto. Pero un día, mientras Lazzaro buscaba agua para Tancredi, ocurrió algo increíble: cayó por un barranco y quedó inconsciente.

Cuando Lazzaro despertó, todo había cambiado. El pueblo de Inviolata estaba abandonado y sus amigos y familiares habían desaparecido. Habían pasado muchos años, pero Lazzaro no había envejecido ni un día.

Desesperado por encontrar a sus seres queridos, Lazzaro emprendió un largo viaje. En su camino, se encontró con un grupo de personas que también buscaban un hogar. Juntos, decidieron buscar a los habitantes de Inviolata y descubrir qué había sucedido.

Después de mucho tiempo, Lazzaro y sus nuevos amigos encontraron a los antiguos habitantes de Inviolata viviendo en la ciudad. Todos habían envejecido, excepto Lazzaro. La Marquesa Alfonsina de Luna había perdido su poder y Tancredi se había convertido en un hombre amargado.

Lazzaro se reunió con Tancredi y le contó todo lo que había pasado.

Tancredi: No puedo creer que hayas permanecido joven mientras todos envejecíamos. ¿Cómo es posible?

Lazzaro: No lo sé, pero creo que mi bondad y mi corazón noble me han protegido del paso del tiempo.

Tancredi se dio cuenta de que había desperdiciado su vida persiguiendo cosas sin importancia y decidió cambiar. Juntos, Lazzaro y Tancredi ayudaron a los habitantes de Inviolata a construir una nueva vida en la ciudad, basada en la amistad, la bondad y la solidaridad.

Y así, Lazzaro demostró que la verdadera felicidad no se encuentra en el poder o la riqueza, sino en la bondad y el amor hacia los demás. Y en un abrir y cerrar de ojos, la vida de todos cambió para siempre.

Reflexión del cuento de la película Lazzaro Feliz

Este cuento nos invita a reflexionar sobre la importancia de la bondad y la amistad en nuestras vidas. A través de la historia de Lazzaro y Tancredi, se muestra cómo dos personas de diferentes orígenes pueden encontrar una conexión profunda y cambiar la vida del otro. Nos enseña que el verdadero valor de una persona no se encuentra en su estatus social o riqueza material, sino en su corazón y su disposición para ayudar a los demás. La amistad y la bondad pueden trascender las barreras sociales y llevar a la transformación personal y colectiva.

Además, el cuento nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y el valor de aprovechar cada momento. A través del personaje de Lazzaro, quien no envejece mientras los demás lo hacen, se resalta la importancia de vivir el presente y no perderse en la búsqueda de cosas efímeras. Nos recuerda que la vida es fugaz y que debemos valorar y cuidar nuestras relaciones y experiencias mientras las tenemos, en lugar de dejarnos llevar por las preocupaciones superficiales.

En última instancia, el cuento nos muestra que el cambio y la redención son posibles en cualquier momento de nuestras vidas. Tancredi, inicialmente egoísta y atrapado en una vida superficial, encuentra la inspiración en la bondad de Lazzaro y decide cambiar su camino. Nos enseña que siempre es posible rectificar nuestros errores, aprender de nuestras experiencias y tomar decisiones que nos permitan crecer y vivir una vida más significativa y plena.

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