Cuento de la película La lista de Schindler (1993)

En una noche oscura y tormentosa, Oskar Schindler se encontraba en su fábrica, preocupado por el futuro de sus trabajadores. Él sabía que tenía que hacer algo para protegerlos de los horrores de la guerra. Así comenzó la increíble historia de La lista de Schindler.

Un día, Oskar escuchó a dos de sus empleados, Itzhak Stern y Poldek Pfefferberg, hablar sobre la difícil situación de los judíos en la ciudad. Decidió acercarse a ellos y preguntarles qué podía hacer para ayudar.

Oskar: «Amigos, he escuchado sus preocupaciones. ¿Hay algo que pueda hacer para proteger a nuestros trabajadores?»

Itzhak: «Señor Schindler, hay una idea que podría funcionar. Podríamos crear una lista de trabajadores esenciales para la fábrica, y así salvarlos de ser llevados a los campos de concentración».

Poldek: «Es cierto, pero necesitamos actuar rápido. Cada día que pasa, más personas son llevadas y sus vidas corren peligro».

Oskar asintió con determinación y comenzó a trabajar en la lista junto a Itzhak y Poldek. Juntos, elaboraron una lista de más de mil trabajadores que serían protegidos gracias a su empleo en la fábrica.

Mientras tanto, en la ciudad, un niño llamado David estaba preocupado por su familia. Sus padres y hermanos habían sido llevados por los soldados, y él no sabía qué hacer. Un día, escuchó a un grupo de personas hablar sobre Oskar Schindler y su lista.

David: «Disculpen, ¿podrían decirme más sobre esta lista de Schindler? ¿Cómo puedo poner a mi familia en ella?»

Una mujer llamada Ruth le explicó la situación y le dijo que debía hablar con Itzhak Stern en la fábrica.

David corrió hacia la fábrica y encontró a Itzhak, quien escuchó su historia con atención.

Itzhak: «Lamentablemente, no podemos agregar a tu familia a la lista ahora, pero haremos todo lo posible para encontrarlos y protegerlos».

David agradeció a Itzhak y regresó a casa con la esperanza de que su familia estaría a salvo.

Pasaron los días, y la lista de Oskar Schindler se hizo cada vez más larga. Gracias a su valentía y determinación, muchas vidas fueron salvadas. Sin embargo, la guerra continuaba y el peligro acechaba en cada esquina.

Un día, Oskar recibió una carta de un oficial alemán, Amon Goeth, quien le informaba que su fábrica sería cerrada y sus trabajadores serían llevados a los campos de concentración.

Oskar sabía que tenía que actuar rápido. Reunió a sus trabajadores y les dijo que no se rindieran, que lucharía por ellos hasta el final.

Oskar: «No permitiré que esto suceda. Haré todo lo que esté en mi poder para protegerlos a todos».

Y así lo hizo. Oskar Schindler arriesgó su vida y su fortuna para salvar a sus trabajadores. Al final de la guerra, la lista de Schindler había salvado a más de mil personas.

Y así, en medio de la oscuridad de la guerra, un hombre llamado Oskar Schindler se convirtió en un rayo de esperanza para aquellos que lo necesitaban. Gracias a su valentía y amor por sus trabajadores, muchas vidas fueron salvadas y familias reunidas.

Y como en los cuentos de hadas, la bondad y la valentía triunfaron sobre el mal.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.