Cuento de la película Diecisiete (2019)

Diecisiete

En una noche de tormenta, dos hermanos, Héctor y Ismael, se encontraron en una situación que cambiaría sus vidas para siempre. Héctor, quien había pasado tiempo en un centro de menores, estaba a punto de cumplir diecisiete años. Ismael, su hermano mayor, había decidido ayudarlo a encontrar su camino en la vida.

Un día, mientras paseaban por el campo, encontraron a un perro llamado Oveja que estaba atrapado en un pozo. Los hermanos decidieron rescatarlo y, desde ese momento, Oveja se convirtió en un miembro más de la familia.

Héctor: «Ismael, ¿qué vamos a hacer con Oveja? No podemos quedárnoslo, ¿verdad?»

Ismael: «No te preocupes, hermano. Encontraremos un hogar para él. Pero primero, debemos asegurarnos de que esté bien y cuidarlo».

Los días pasaron y la relación entre Héctor, Ismael y Oveja se hizo cada vez más fuerte. Sin embargo, un día, mientras los hermanos estaban en el pueblo, Oveja desapareció.

Héctor: «¡Ismael, Oveja se ha ido! Tenemos que encontrarlo».

Ismael: «Tranquilo, Héctor. Lo encontraremos. Vamos a buscarlo juntos».

Así comenzó la gran aventura de los hermanos en busca de Oveja. Durante su búsqueda, conocieron a muchas personas interesantes y vivieron experiencias inolvidables. En su viaje, Héctor e Ismael aprendieron valiosas lecciones sobre la vida, la amistad y el amor.

Un día, mientras caminaban por un bosque, encontraron a una anciana que les habló de un lugar llamado La Casa de los Abuelos, donde vivían personas mayores que cuidaban de perros abandonados.

Anciana: «Mis queridos niños, si buscan a su perro, tal vez lo encuentren en La Casa de los Abuelos. Allí, los abuelos cuidan de perros como Oveja y les dan un hogar lleno de amor».

Héctor: «¡Gracias, señora! Vamos a buscar a Oveja allí».

Cuando llegaron a La Casa de los Abuelos, los hermanos encontraron a Oveja en los brazos de un anciano llamado Antonio. Al ver a Héctor e Ismael, Oveja corrió hacia ellos, lleno de alegría.

Antonio: «Así que ustedes son los dueños de Oveja. Este perro ha traído mucha felicidad a nuestra casa. ¿Les importaría si se queda con nosotros?»

Héctor e Ismael se miraron y, después de pensarlo un momento, decidieron que lo mejor para Oveja era quedarse en La Casa de los Abuelos.

Ismael: «Está bien, Antonio. Oveja se quedará aquí con ustedes. Sabemos que estará en buenas manos y que será feliz».

Héctor: «Sí, pero prometemos visitarlo siempre que podamos».

Con el corazón lleno de amor y gratitud, los hermanos se despidieron de Oveja y de los abuelos. Aunque fue difícil dejar a su amigo, sabían que habían tomado la decisión correcta.

A partir de ese día, Héctor e Ismael visitaron a Oveja y a los abuelos con frecuencia, llevándoles comida y compartiendo historias. La amistad entre los hermanos se fortaleció y, juntos, enfrentaron los desafíos de la vida.

Y así, en medio de la adversidad, Héctor e Ismael aprendieron que el amor, la amistad y la familia son los tesoros más valiosos que podemos tener en la vida. Y, como dice el viejo refrán, unidos siempre seremos más fuertes.

Y así, con una sonrisa en sus rostros, los hermanos continuaron su camino, sabiendo que siempre tendrían un hogar en el corazón de Oveja y los abuelos.

Reflexión del cuento de la película Diecisiete

Este cuento nos enseña la importancia del amor y la familia en nuestras vidas. A través de la historia de Héctor e Ismael, vemos cómo el lazo fraternal y el cuidado mutuo pueden marcar la diferencia. Aunque enfrentan desafíos y pérdidas, su amor por Oveja y su compromiso con su bienestar les lleva a tomar decisiones difíciles pero correctas. Aprenden que el amor y la amistad no conocen barreras y que, al unirse y apoyarse mutuamente, pueden superar cualquier obstáculo.

Además, el cuento nos habla sobre la importancia de la empatía y la generosidad. Los hermanos encuentran ayuda y apoyo en personas desconocidas a lo largo de su búsqueda. La anciana y los abuelos de La Casa de los Abuelos representan la bondad y la compasión hacia los animales y los demás. La historia nos muestra que, al ser amables y considerados con los demás, podemos encontrar ayuda y crear vínculos significativos.

En última instancia, el cuento nos invita a valorar y cuidar de aquellos que amamos. Aunque Héctor e Ismael toman la difícil decisión de dejar a Oveja en La Casa de los Abuelos, lo hacen por su bienestar y felicidad. Aprenden que el amor implica a veces sacrificio y que, al poner el bienestar de los demás por encima del nuestro, podemos encontrar la verdadera felicidad y construir relaciones duraderas.

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