Cuento de la película Titanic (1997)
En una noche estrellada, el majestuoso barco Titanic surcaba las aguas del océano Atlántico. A bordo, un joven artista llamado Jack y una hermosa joven de alta sociedad llamada Rose se encontraron por casualidad. Pero, ¿qué sucedería con estos dos personajes en medio de un viaje lleno de sorpresas? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
Jack estaba en la cubierta del barco, disfrutando del aire fresco, cuando vio a Rose por primera vez. Ella estaba parada en la barandilla, con una expresión triste en su rostro. Jack se acercó a ella y le preguntó:
– Hola, ¿estás bien? Soy Jack.
– Hola, soy Rose. Estoy un poco triste porque mi vida no es como yo quisiera – respondió ella.
Jack, con su espíritu aventurero, decidió mostrarle a Rose que la vida podía ser emocionante y divertida. Juntos, exploraron el Titanic, compartieron historias y se rieron mucho. Pronto, se hicieron muy buenos amigos.
Un día, mientras caminaban por el barco, Jack le dijo a Rose:
– Rose, quiero mostrarte algo especial. Ven conmigo.
Jack llevó a Rose a la proa del barco, donde extendió sus brazos y le dijo:
– Cierra los ojos y siente el viento en tu cara. Imagina que puedes volar como un pájaro.
Rose cerró los ojos y, por un momento, sintió que podía volar. Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que estaba enamorada de Jack.
Mientras tanto, el Titanic continuaba su viaje hacia Nueva York. Pero había un peligro acechando en las frías aguas del Atlántico: un enorme iceberg. A pesar de los esfuerzos de la tripulación, el barco chocó contra el iceberg y comenzó a hundirse.
Jack y Rose, al darse cuenta del peligro, corrieron para encontrar un bote salvavidas. Pero había un problema: no había suficientes botes para todos los pasajeros. Jack y Rose decidieron ayudar a otros a subir a los botes antes de buscar uno para ellos.
Cuando finalmente encontraron un bote, Jack ayudó a Rose a subir, pero no había espacio para él. Jack le dijo a Rose:
– Rose, prométeme que sobrevivirás y que vivirás una vida llena de aventuras.
Rose, con lágrimas en los ojos, le prometió a Jack que lo haría. Jack se quedó en el agua, mientras el bote con Rose se alejaba del Titanic hundiéndose.
A pesar de la tristeza y el dolor, Rose recordó su promesa a Jack y decidió vivir una vida llena de aventuras y alegría. Años después, Rose, ya anciana, visitó el lugar donde el Titanic se había hundido y arrojó un collar muy valioso al mar, como un tributo a Jack y a su amor.
Y así, con el corazón lleno de recuerdos y amor, Rose cumplió su promesa a Jack y vivió una vida llena de aventuras. Y aunque el Titanic se hundió en las profundidades del océano, el amor entre Jack y Rose nunca se hundió, y siempre vivió en el corazón de Rose.
Y como dice el dicho, «el amor verdadero nunca muere», y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película Titanic
Este cuento nos habla del poder del amor verdadero y la importancia de cumplir nuestras promesas. A través de la historia de Jack y Rose, vemos cómo el amor puede surgir de la amistad y cómo el sacrificio y la generosidad son valores importantes para vivir una vida plena y significativa.
También se nos muestra cómo las circunstancias pueden cambiar en un instante, y cómo podemos aprender a aceptar lo que no podemos cambiar y seguir adelante con gratitud y determinación.