Cuento de la película Crepúsculo: Luna Nueva (2009)
En una noche de luna llena, en el pequeño pueblo de Forks, vivían Isabella Swan y su padre Charlie. Isabella, a quien todos llamaban Bella, era una joven valiente y curiosa. Un día, Bella conoció a un joven misterioso llamado Edward Cullen, quien resultó ser un vampiro.
Bella: «Edward, ¿por qué tus ojos cambian de color?»
Edward: «Bella, soy un vampiro. Mi familia y yo somos diferentes a los demás vampiros, nos alimentamos de animales, no de humanos».
Bella se sorprendió, pero su amor por Edward era más fuerte que su miedo. Juntos, enfrentaron muchos desafíos y peligros. Pero un día, en su cumpleaños número dieciocho, Bella sufrió un pequeño accidente en la casa de los Cullen.
Alice Cullen: «¡Bella, ten cuidado con el papel de regalo! Puedes cortarte».
Y así fue, Bella se cortó con el papel y una gota de sangre cayó al suelo. Jasper, otro miembro de la familia Cullen, no pudo resistirse al olor de la sangre y atacó a Bella. Edward y su familia lograron detenerlo, pero Edward decidió que era demasiado peligroso para Bella estar cerca de ellos.
Edward: «Bella, te amo, pero no puedo arriesgarme a que te lastimen. Mi familia y yo nos iremos de Forks».
Bella quedó devastada, pero no tuvo tiempo de lamentarse, ya que un nuevo peligro acechaba en el pueblo. Un grupo de hombres lobo liderados por Sam Uley apareció para proteger a la gente de Forks de los vampiros malvados.
Jacob Black, un viejo amigo de Bella, resultó ser parte de este grupo. Jacob y Bella se hicieron más cercanos, y él le reveló su secreto.
Jacob: «Bella, soy un hombre lobo. Mi tribu ha protegido a la gente de los vampiros durante generaciones».
Bella: «No puedo creerlo, primero Edward y ahora tú. Pero sé que eres una buena persona, Jacob».
Mientras tanto, Edward, creyendo que Bella había muerto, decidió enfrentarse a los Vulturis, un poderoso clan de vampiros que gobernaba su mundo. Edward quería que lo mataran, ya que no podía soportar vivir sin Bella.
Alice, la hermana de Edward, tuvo una visión del futuro y vio a Bella y Edward en peligro. Rápidamente, Alice y Bella viajaron a Italia para salvar a Edward.
Alice: «Bella, debemos apresurarnos. Si no llegamos a tiempo, los Vulturis matarán a Edward».
Bella y Alice llegaron justo a tiempo para salvar a Edward. Los Vulturis, liderados por Aro, Cayo y Marco, decidieron perdonar a Edward con una condición: Bella debía convertirse en vampiro.
Aro: «Bella, si no te conviertes en vampiro, serás un peligro para nuestro mundo. Debes unirte a nosotros».
Bella, Edward y Alice regresaron a Forks, donde Bella decidió que quería convertirse en vampiro para estar con Edward para siempre. Sin embargo, Jacob y su tribu no estaban de acuerdo con esta decisión.
Jacob: «Bella, si te conviertes en vampiro, nuestra amistad terminará. No puedo permitir que eso suceda».
Bella: «Jacob, te quiero mucho, pero mi corazón pertenece a Edward. Esta es mi decisión».
Y así, Bella eligió su destino, dispuesta a enfrentar los desafíos que le esperaban junto a Edward y su familia. A pesar de las dificultades, Bella sabía que su amor por Edward era más fuerte que cualquier obstáculo.
Y así, en un atardecer dorado, Bella y Edward comenzaron su nueva vida juntos, llenos de amor y esperanza.
Reflexión del cuento de la película Crepúsculo: Luna Nueva
Este cuento nos invita a reflexionar sobre el poder del amor y la capacidad de superar obstáculos. Bella y Edward enfrentan numerosos desafíos y peligros, pero su amor mutuo los impulsa a seguir adelante y luchar por su felicidad. Nos muestra que el amor verdadero puede vencer cualquier adversidad y que las decisiones difíciles pueden ser tomadas con valentía cuando se tiene claro lo que se desea.
Además, también nos plantea la importancia de aceptar a los demás tal como son, sin juzgar sus diferencias, ya que tanto Edward como Jacob pertenecen a mundos distintos, pero Bella los valora por quiénes son en esencia. En última instancia, nos enseña que el amor y la determinación pueden llevarnos a encontrar nuestra propia felicidad y construir un futuro prometedor.