Cuento de la película Dragon Ball Z: El último combate (1990)

Dragon Ball Z: El último combate

En un rincón lejano del universo, donde las estrellas brillaban con intensidad, se encontraba el valiente guerrero Bardock, padre de Goku. Bardock y su equipo de guerreros Saiyajin luchaban incansablemente para proteger su planeta natal, Planeta Vegeta, de las fuerzas del malvado Freezer.

Un día, mientras Bardock y su equipo se enfrentaban a un grupo de enemigos, Bardock fue herido gravemente. Al despertar, descubrió que había adquirido la habilidad de ver el futuro. Con esta nueva habilidad, Bardock tuvo una visión aterradora: Freezer planeaba destruir el Planeta Vegeta y a todos los Saiyajin.

Bardock: ¡No puedo permitir que esto suceda! Debemos detener a Freezer antes de que sea demasiado tarde.

Compañero de Bardock: Pero, ¿cómo podemos enfrentarnos a alguien tan poderoso como Freezer?

Bardock: No lo sé, pero debemos intentarlo. Por el bien de nuestro pueblo y de nuestro planeta.

Con determinación, Bardock y su equipo se dirigieron hacia el lugar donde se encontraba Freezer. A medida que se acercaban, la tensión aumentaba y el miedo se apoderaba de sus corazones. Pero Bardock no dejó que el miedo lo detuviera, sabía que debía enfrentarse a Freezer para proteger a su familia y a su pueblo.

Al llegar al lugar, Bardock y su equipo se encontraron cara a cara con Freezer y sus secuaces. Bardock, lleno de coraje, desafió a Freezer.

Bardock: ¡Freezer, no permitiré que destruyas nuestro planeta y a nuestro pueblo!

Freezer: (riendo maliciosamente) ¿Y qué piensas hacer al respecto, Saiyajin insignificante?

Bardock: ¡Lucharé contra ti y te detendré, aunque sea lo último que haga!

Entonces comenzó una batalla épica entre Bardock y Freezer. A pesar de estar herido, Bardock luchó con todas sus fuerzas, demostrando ser un guerrero valiente y decidido. Sus compañeros también se unieron a la lucha, enfrentándose a los secuaces de Freezer.

Durante la batalla, Bardock tuvo otra visión del futuro. En esta visión, vio a su hijo Goku convertirse en un poderoso guerrero y enfrentarse a Freezer en una batalla decisiva. Bardock sintió una gran esperanza al ver que su hijo continuaría su legado y protegería al universo de las fuerzas del mal.

Bardock: (pensando) Goku, mi hijo, sé que algún día te enfrentarás a Freezer y lo derrotarás. Lucharé hasta el final para darte la oportunidad de crecer y convertirte en el guerrero que está destinado a ser.

A pesar de sus esfuerzos, Bardock y su equipo no pudieron derrotar a Freezer. Sin embargo, su valentía y sacrificio no fueron en vano. Años más tarde, Goku se enfrentaría a Freezer y, recordando el legado de su padre, lograría derrotarlo y salvar al universo de su tiranía.

Y así, el sacrificio de Bardock y su equipo no fue olvidado. Sus nombres vivirán para siempre en la historia como los valientes guerreros que lucharon hasta el final para proteger a su pueblo y su planeta. Y en el corazón de las estrellas, sus espíritus siguen brillando, guiando a las futuras generaciones de guerreros en su lucha contra el mal.

Reflexión del cuento de la película Dragon Ball Z: El último combate

Este cuento de Bardock nos enseña la importancia de la valentía, la determinación y el sacrificio en la lucha contra el mal. Bardock, a pesar de estar herido y enfrentarse a un enemigo mucho más poderoso, no se rindió y luchó con todas sus fuerzas para proteger a su pueblo y a su planeta. Además, su visión del futuro le dio esperanza y motivación para seguir adelante, incluso en la derrota.

El cuento también destaca la importancia del legado y cómo nuestras acciones pueden tener un impacto duradero en las generaciones futuras. Bardock luchó para proteger a su pueblo, pero también para darle a su hijo la oportunidad de crecer y convertirse en un gran guerrero. Aunque Bardock no pudo ver el éxito de su hijo en su vida, su sacrificio y legado fueron fundamentales para que Goku pudiera cumplir su destino.

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