PelicuentosCuento de la película Up: Una aventura de altura (2009)
En un lugar donde los sueños cobran vida, había una vez un anciano llamado Carl Fredricksen que vivía en una pequeña casa rodeada de enormes edificios. Carl había compartido su vida con su amada esposa, Ellie, quien había fallecido, dejándolo solo con sus recuerdos y un sueño por cumplir: viajar a las Cataratas Paraíso, un lugar mágico que ambos habían soñado visitar desde niños.
Un día, Carl decidió que era hora de cumplir ese sueño. Ató miles de globos a su casa y, para sorpresa de todos, la casa comenzó a elevarse hacia el cielo. Pero Carl no sabía que en su aventura lo acompañaría un niño de 10 años llamado Russell, quien se había colado en la casa buscando ayudar a Carl y ganar una insignia de explorador.
Mientras volaban, Carl y Russell tuvieron muchas conversaciones.
Carl: ¿Cómo terminaste aquí, Russell?
Russell: Estaba tratando de ganar mi insignia de explorador, señor. No sabía que íbamos a volar.
En su viaje, se encontraron con un ave gigante llamada Kevin y un perro parlante llamado Dug, quienes se convirtieron en sus amigos y compañeros de aventuras.
Dug: ¡Hola! Mi nombre es Dug. Puedo hablar gracias a mi collar especial.
Russell: ¡Wow! Eso es increíble, Dug.
Juntos, enfrentaron al malvado Charles Muntz, un explorador obsesionado con capturar a Kevin para probar su existencia al mundo. Muntz tenía un ejército de perros parlantes que obedecían sus órdenes.
Charles Muntz: ¡Capturaré a ese ave y seré famoso de nuevo!
Carl: No permitiré que lastimes a Kevin.
Después de una emocionante batalla, Carl, Russell, Kevin y Dug lograron derrotar a Muntz y salvar a Kevin. Juntos, continuaron su viaje hacia las Cataratas Paraíso.
Finalmente, llegaron a las Cataratas Paraíso, un lugar lleno de belleza y magia. Carl y Russell disfrutaron de la vista y compartieron momentos inolvidables.
Carl: Ellie, lo logramos. Estamos en las Cataratas Paraíso.
Russell: Es el lugar más hermoso que he visto, señor.
Carl se dio cuenta de que, aunque Ellie ya no estaba con él, había encontrado una nueva familia en Russell, Kevin y Dug. Juntos, regresaron a la ciudad en la casa flotante, donde Carl adoptó a Russell como su nieto y a Dug como su mascota.
Carl: Russell, ¿te gustaría ser parte de mi familia?
Russell: ¡Sí, señor! Me encantaría.
Y así, Carl, Russell, Kevin y Dug vivieron felices, compartiendo nuevas aventuras y demostrando que el amor y la amistad pueden superar cualquier obstáculo. Y en el corazón de cada aventura, siempre había un poco de magia.
Reflexión del cuento de la película Up: Una aventura de altura
Este cuento nos enseña la importancia de perseguir nuestros sueños a pesar de las dificultades y la edad. Carl Fredricksen, a pesar de ser un anciano y haber perdido a su amada esposa, se embarca en una aventura para cumplir su sueño de visitar las Cataratas Paraíso. Nos muestra que nunca es demasiado tarde para perseguir nuestras metas y que incluso en los momentos más difíciles de la vida, los sueños pueden darle un nuevo significado y propósito a nuestra existencia.
Además, el cuento resalta el valor de la amistad y la importancia de encontrar una nueva familia. A lo largo de su viaje, Carl encuentra a Russell, Kevin y Dug, quienes se convierten en sus compañeros y amigos leales. Aprendemos que la familia no siempre tiene que ser biológica, sino que podemos encontrar lazos profundos y amorosos con las personas y criaturas que encontramos en el camino. La amistad y el amor son fundamentales para superar los desafíos y disfrutar plenamente de la vida.
Por último, el cuento nos invita a creer en la magia de los momentos especiales y la belleza del mundo que nos rodea. A través de la travesía hacia las Cataratas Paraíso, Carl y Russell experimentan un viaje lleno de maravillas y aventuras. La magia se encuentra en los pequeños detalles de la vida, en la naturaleza y en los encuentros con seres extraordinarios. Nos recuerda que debemos apreciar y disfrutar de los momentos de belleza y asombro que encontramos a lo largo de nuestro camino.
