Cuento de la película Mary y Max (2009)

Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Mount Waverley, una niña solitaria llamada Mary Daisy Dinkle. Mary tenía una vida difícil, pero un día, algo extraordinario sucedió que cambiaría su vida para siempre. ¿Qué fue lo que pasó? Sigue leyendo para descubrirlo.

Mary era una niña de 8 años con una vida complicada. Su madre, Vera, era alcohólica y su padre, Noel, trabajaba en una fábrica de conservas y apenas hablaba con ella. Un día, mientras estaba en la oficina de correos, Mary encontró una guía telefónica de Nueva York y decidió escribirle a alguien al azar. Así fue como comenzó su amistad con Max Jerry Horowitz, un hombre de 44 años que vivía en Nueva York y tenía el síndrome de Asperger.

Las cartas entre Mary y Max se convirtieron en una parte importante de sus vidas. A través de sus conversaciones, ambos aprendieron mucho el uno del otro y se apoyaron en momentos difíciles.

Mary: «Querido Max, ¿por qué la gente se ríe de mí? No entiendo por qué soy diferente».

Max: «Querida Mary, todos somos diferentes, pero eso no significa que seamos menos valiosos. La gente se ríe porque no entiende nuestras diferencias. No te preocupes, siempre tendrás un amigo en mí».

A medida que pasaban los años, Mary creció y se convirtió en una joven inteligente y curiosa. Decidió estudiar en la universidad y se especializó en neurología para comprender mejor el síndrome de Asperger de Max. Durante este tiempo, también conoció a Damien, un joven amable y comprensivo que se convirtió en su esposo.

Mientras tanto, Max continuó luchando con sus problemas de salud mental y física. A pesar de sus dificultades, siempre encontró consuelo en las cartas de Mary y en su amistad.

Max: «Querida Mary, últimamente me he sentido muy solo. A veces, me pregunto si valgo la pena».

Mary: «Querido Max, siempre serás valioso para mí. Eres mi mejor amigo y siempre estaré aquí para apoyarte».

Después de graduarse, Mary decidió escribir un libro sobre el síndrome de Asperger, utilizando la historia de su amistad con Max como inspiración. Sin embargo, cuando Max leyó el libro, se sintió traicionado y dejó de escribirle cartas.

Mary estaba devastada por la pérdida de su amistad con Max y decidió viajar a Nueva York para disculparse en persona. Cuando llegó al apartamento de Max, descubrió que había fallecido. En su escritorio, encontró una carta que Max había escrito antes de morir.

Max: «Querida Mary, lamento haberte lastimado. Me di cuenta de que mi reacción fue egoísta y quiero que sepas que siempre serás mi amiga. Espero que puedas perdonarme».

Mary sintió una mezcla de tristeza y gratitud al leer las palabras de Max. Aunque su amigo se había ido, su amistad había dejado una huella imborrable en su vida. Mary regresó a Australia y continuó compartiendo la historia de su amistad con Max, enseñando a otros sobre la importancia de la aceptación y el amor incondicional.

Y así, a pesar de la distancia y las dificultades, la amistad entre Mary y Max demostró que el amor y la comprensión pueden superar cualquier obstáculo. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.