Cuento de la película Encanto (2021)

Encanto

En un lugar donde los sueños cobran vida, existía un pequeño pueblo llamado Encanto. Este pueblo era muy especial, ya que sus habitantes poseían habilidades mágicas gracias a un milagro que los protegía. La familia Madrigal era la encargada de mantener el milagro y cuidar a los habitantes del pueblo.

Un día, la joven Mirabel se encontraba en su casa, la Casa Madrigal, cuando escuchó a sus primos discutir sobre sus poderes mágicos. Isabela, la hermana mayor, tenía el don de hacer crecer flores con solo tocarlas, mientras que Luisa, la hermana mediana, poseía una fuerza sobrehumana.

Isabela le decía a Luisa: «No entiendo por qué te quejas, tus poderes son increíbles. Puedes levantar montañas con solo un dedo». Luisa respondió: «Pero tú puedes llenar de vida y color todo a tu alrededor, eso es maravilloso».

Mirabel se sintió triste al escuchar a sus hermanas, ya que ella era la única en la familia que no había recibido un don mágico. Sin embargo, estaba decidida a encontrar su propósito y ayudar a su familia.

Un día, Mirabel descubrió que el milagro que protegía a su familia y al pueblo estaba en peligro. Decidió hablar con su abuela Alma sobre lo que había descubierto.

Mirabel: «Abuela, creo que el milagro está en peligro. ¿Qué podemos hacer para salvarlo?»

Alma: «No te preocupes, mi niña. Juntos, como familia, encontraremos la solución».

Así comenzó la aventura de Mirabel para salvar el milagro y proteger a su familia y al pueblo de Encanto. Durante su viaje, Mirabel aprendió que cada miembro de su familia tenía sus propias luchas y miedos, y que todos eran importantes para mantener el equilibrio del milagro.

Mirabel también descubrió que su falta de poderes mágicos no la hacía menos valiosa. Al contrario, su amor y dedicación por su familia y su pueblo eran su verdadero don.

Junto a su familia, Mirabel enfrentó desafíos y peligros para proteger el milagro. Aprendieron a aceptarse y apoyarse mutuamente, y a valorar las diferencias que los hacían únicos.

Finalmente, la familia Madrigal logró salvar el milagro y mantener la magia en el pueblo de Encanto. Mirabel demostró que el verdadero poder no reside en habilidades mágicas, sino en el amor y la unión familiar.

Y así, con el corazón lleno de amor y esperanza, la familia Madrigal continuó protegiendo y cuidando a su pueblo, compartiendo su magia y enseñando a todos que lo más importante es estar unidos y aceptarse tal como son.

Y con una sonrisa en sus rostros, vivieron felices para siempre.

Reflexión del cuento de la película Encanto

Este cuento nos cuenta una reflexión sobre la importancia del amor, la unión familiar y la aceptación de uno mismo. A través de la historia de Mirabel y su familia, se resalta que los poderes mágicos no son lo que define el valor de una persona, sino su dedicación, amor y disposición para ayudar a los demás.

Mirabel, a pesar de no poseer habilidades mágicas, demuestra que su verdadero don radica en su amor y compromiso hacia su familia y su pueblo. A lo largo de la historia, aprende a aceptarse tal como es y a encontrar su propósito en la protección del milagro y el cuidado de los demás.

El cuento también destaca la importancia de la unión familiar y el apoyo mutuo. A pesar de las diferencias y luchas individuales, la familia Madrigal se une para enfrentar desafíos y peligros, demostrando que juntos pueden superar cualquier obstáculo.

En última instancia, el cuento nos invita a reflexionar sobre la verdadera magia de la vida, que no reside en poderes sobrenaturales, sino en el amor, la solidaridad y la aceptación de uno mismo y de los demás. Nos enseña que todos tenemos algo valioso que aportar, y que el poder de la unión y la aceptación puede superar cualquier adversidad.

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