Cuento de la película Cómo Entrenar a tu Dragón 3 (2019)

Había una vez en un mundo lleno de dragones y vikingos, un joven llamado Hipo y su mejor amigo, un dragón llamado Furia Nocturna. Juntos, habían vivido muchas aventuras y habían cambiado la vida de su pueblo, Isla Mema, para siempre. Pero algo inesperado estaba a punto de suceder, algo que cambiaría sus vidas una vez más.

Un día, mientras Hipo y Furia Nocturna exploraban los cielos, descubrieron un grupo de cazadores de dragones liderados por el malvado Grimmel. Este villano tenía un plan siniestro: capturar a todos los dragones y utilizarlos para sus propios fines malvados. Hipo sabía que tenía que proteger a su amigo y a todos los dragones de Isla Mema, pero ¿cómo podría hacerlo?

Mientras Hipo y Furia Nocturna intentaban idear un plan, descubrieron un lugar misterioso y oculto llamado El Mundo Oculto. Este lugar era el hogar de todos los dragones y estaba lleno de maravillas y secretos. Hipo se dio cuenta de que si podía encontrar la manera de llevar a todos los dragones de Isla Mema al Mundo Oculto, podrían estar a salvo de Grimmel y sus cazadores.

Hipo compartió su plan con sus amigos y familiares, incluidos su padre Estoico, su madre Valka, su novia Astrid y sus amigos Patapez, Patán, Brutacio y Brutilda. Todos estuvieron de acuerdo en que era una idea valiente y decidieron ayudar a Hipo a llevar a cabo su plan.

Mientras tanto, Furia Nocturna había conocido a una hermosa y misteriosa dragón llamada Furia Diurna. Furia Nocturna se enamoró de ella al instante y comenzaron a pasar tiempo juntos. Hipo se dio cuenta de que Furia Nocturna también tenía una vida propia y que tal vez era hora de que ambos siguieran caminos separados.

La batalla contra Grimmel y sus cazadores fue intensa y peligrosa. Hipo y sus amigos lucharon valientemente, utilizando sus habilidades y la ayuda de sus dragones para enfrentarse a los cazadores. Pero al final, Hipo se dio cuenta de que la única manera de proteger a los dragones era llevarlos al Mundo Oculto y dejarlos ir.

Con lágrimas en los ojos, Hipo y Furia Nocturna se despidieron. Hipo sabía que era lo mejor para su amigo y para todos los dragones, pero no podía evitar sentir tristeza al dejar ir a su mejor amigo. Furia Nocturna y Furia Diurna lideraron a los dragones hacia el Mundo Oculto, mientras Hipo y sus amigos los observaban desaparecer en la distancia.

Años después, Hipo y Astrid se habían casado y tenían dos hijos. Un día, decidieron llevar a sus hijos a visitar el Mundo Oculto para mostrarles el lugar donde los dragones vivían en paz y libertad. Mientras exploraban el lugar, se encontraron con Furia Nocturna y Furia Diurna, quienes también habían formado una familia.

Hipo y Furia Nocturna se miraron a los ojos y supieron que, aunque sus caminos se habían separado, su amistad nunca se había perdido. Juntos, habían logrado proteger a los dragones y asegurar un futuro mejor para todos.

Y así, con el corazón lleno de amor y esperanza, Hipo y su familia regresaron a Isla Mema, sabiendo que siempre llevarían consigo el recuerdo de su amistad con los dragones. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.