Cuento de la película Spider-Man (2002)

Había una vez, en una ciudad llena de misterios y aventuras, un joven llamado Peter Parker que estaba a punto de descubrir un secreto que cambiaría su vida para siempre. Un día, mientras visitaba un laboratorio con su clase, Peter fue mordido por una araña genéticamente modificada. Al principio, no le dio mucha importancia, pero pronto comenzó a sentirse diferente.

– ¡Oye, Harry! ¿Te das cuenta de que puedo trepar por las paredes y tengo una fuerza increíble? – le dijo Peter a su mejor amigo, Harry Osborn.

– ¡Vaya, Peter! Eso suena genial, pero ten cuidado con tus nuevos poderes – respondió Harry preocupado.

Peter decidió usar sus habilidades para convertirse en el Spider-Man, un superhéroe que protegería a los ciudadanos de Nueva York. Mientras tanto, el padre de Harry, Norman Osborn, experimentaba con una fórmula que le otorgaría poderes similares a los de Peter. Sin embargo, algo salió mal y Norman se convirtió en el malvado Green Goblin.

Un día, mientras Spider-Man patrullaba la ciudad, se encontró con la hermosa Mary Jane Watson, de quien estaba secretamente enamorado. Mary Jane estaba en peligro, y Spider-Man la rescató justo a tiempo.

– ¡Gracias, Spider-Man! – exclamó Mary Jane, agradecida.

– No hay de qué, Mary Jane. Siempre estaré aquí para protegerte – respondió Spider-Man, antes de desaparecer en la noche.

Mientras tanto, Green Goblin comenzó a sembrar el caos en la ciudad, y Spider-Man supo que tenía que detenerlo. Pero, ¿cómo podría enfrentarse a alguien tan poderoso y peligroso como Green Goblin? La respuesta estaba en su tío Ben, quien le había enseñado una valiosa lección antes de morir: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad».

Con esa frase en mente, Spider-Man se enfrentó a Green Goblin en una batalla épica. A pesar de que Green Goblin era muy fuerte, Spider-Man usó su astucia y habilidades para derrotarlo. Durante la lucha, Spider-Man descubrió que Green Goblin era en realidad Norman Osborn, el padre de su mejor amigo Harry.

– ¡No puedo creer que seas tú, Norman! – exclamó Spider-Man, sorprendido.

– ¡No me queda otra opción, Peter! ¡Debo destruirte! – gritó Green Goblin, lleno de ira.

Al final, Spider-Man logró detener a Green Goblin, pero no sin antes revelar su verdadera identidad a Harry. Aunque fue un momento difícil para ambos amigos, Peter y Harry se prometieron apoyarse mutuamente en el futuro.

Después de la batalla, Peter decidió mantener su identidad como Spider-Man en secreto para proteger a sus seres queridos. Aunque Mary Jane sospechaba que Peter era Spider-Man, él nunca se lo confirmó. En cambio, Peter continuó luchando contra el crimen y protegiendo a los ciudadanos de Nueva York como el valiente y heroico Spider-Man.

Y así, con el corazón lleno de amor y valentía, Peter Parker siguió enfrentándose a los desafíos que la vida le presentaba, siempre recordando las sabias palabras de su tío Ben y la importancia de usar sus poderes para el bien. Y aunque las aventuras de Spider-Man estaban lejos de terminar, una cosa era segura: siempre estaría dispuesto a enfrentarse a cualquier peligro para proteger a sus seres queridos y a su ciudad.

Y colorín colorado, este cuento de heroísmo y amistad se ha acabado.