Cuento de la película Depredador (1987)

En una lejana selva tropical, un grupo de valientes soldados se adentró en busca de una misión secreta. El líder del grupo era el Mayor Alan «Dutch» Schaefer, un hombre fuerte y valiente que siempre cuidaba de sus compañeros.

Un día, mientras caminaban por la espesa selva, Dutch y su equipo encontraron los restos de un helicóptero derribado. Al acercarse, descubrieron que algo extraño había sucedido. Los soldados que iban en el helicóptero habían sido atacados por una criatura desconocida. Esto generó intriga y miedo en el equipo, pero sabían que debían continuar con su misión.

Mientras avanzaban, los soldados comenzaron a escuchar ruidos extraños en la selva. Dutch decidió hablar con su amigo y compañero de equipo, George «Mac» Dillon.

– Dutch: Mac, ¿has oído esos ruidos? ¿Qué crees que pueda ser?
– Mac: No lo sé, Dutch. Pero debemos estar alerta y protegernos entre todos.

El equipo siguió avanzando, y los ruidos se volvieron más intensos. De repente, uno de los soldados, Blain, fue atacado por una criatura invisible. Los demás soldados intentaron ayudarlo, pero no pudieron ver al atacante.

– Dutch: ¡Rápido, todos a cubierto! Tenemos que protegernos de esta criatura.

Los soldados se escondieron y comenzaron a preparar trampas para atrapar a la misteriosa criatura. Mientras tanto, Dutch y Mac idearon un plan para enfrentarse al enemigo.

– Dutch: Mac, creo que esta criatura puede hacerse invisible. Tenemos que encontrar una manera de verla para poder luchar contra ella.
– Mac: Tienes razón, Dutch. Podríamos intentar usar el calor para detectarla. Si es invisible a la vista, tal vez podamos verla con una cámara térmica.

El equipo puso en marcha su plan y, usando una cámara térmica, lograron detectar a la criatura. Era un Depredador, un ser de otro planeta que cazaba a los humanos por deporte.

– Dutch: ¡Ahí está! ¡Es hora de enfrentarnos a este monstruo y proteger a nuestros amigos!

Los soldados lucharon valientemente contra el Depredador, usando todas sus habilidades y armas para intentar derrotarlo. Pero la criatura era muy fuerte y rápida, y uno a uno, los soldados fueron cayendo en la batalla.

Finalmente, solo quedaron Dutch y el Depredador. Sabiendo que tenía que proteger a sus amigos y detener a la criatura, Dutch usó su ingenio y habilidades para tenderle una trampa al Depredador.

– Dutch: ¡Esta es nuestra última oportunidad! ¡Tengo que vencer a este monstruo para salvar a mis amigos y detener su cacería!

Dutch atrajo al Depredador hacia su trampa y, en el último momento, logró atraparlo. La criatura, derrotada, activó un dispositivo de autodestrucción para intentar llevarse a Dutch consigo. Pero el valiente soldado logró escapar justo a tiempo, salvándose de la explosión.

Exhausto pero victorioso, Dutch regresó a su equipo y les contó lo que había sucedido. Juntos, juraron recordar siempre a sus amigos caídos y contar la historia de su enfrentamiento con el Depredador.

Y así, con el corazón lleno de valor y esperanza, el sol se puso en la selva tropical, marcando el fin de la aventura de Dutch y sus valientes compañeros.