Cuento de la película La Naranja Mecánica ()
Había una vez, en una ciudad oscura y sombría, un joven llamado Alex que tenía un grupo de amigos muy peculiares. Juntos, se hacían llamar los Drugos y se dedicaban a causar problemas por todas partes. Pero lo que no sabían era que sus acciones tendrían consecuencias inesperadas.
Un día, los Drugos, compuestos por Georgie, Dim, Pete y, por supuesto, su líder Alex, decidieron entrar a la casa de una señora mayor para robarle. Mientras estaban allí, Alex tuvo una conversación con Georgie:
– Alex: Oye, Georgie, ¿no te parece que estamos yendo demasiado lejos con esto?
– Georgie: No lo sé, Alex. Pero es divertido, ¿no?
Alex no estaba seguro de si lo que hacían estaba bien, pero siguió adelante con el plan. Desafortunadamente, la señora mayor resultó gravemente herida y los Drugos huyeron de la escena.
Al día siguiente, Alex fue arrestado por la policía y llevado a prisión. Allí, se enteró de un experimento llamado Tratamiento Ludovico que prometía cambiar su vida para siempre. ¿Sería este el camino hacia la redención para Alex? La intriga estaba servida.
Mientras estaba en prisión, Alex conoció a un hombre llamado Ministro del Interior que le habló sobre el Tratamiento Ludovico. Este tratamiento experimental tenía como objetivo eliminar los impulsos violentos de las personas, haciéndolas incapaces de cometer actos malvados.
– Ministro del Interior: Alex, si te sometes al Tratamiento Ludovico, podrás salir de prisión mucho antes.
– Alex: ¿De verdad? Está bien, lo haré.
Alex aceptó someterse al tratamiento, pero no sabía lo que le esperaba. Durante el proceso, le mostraron imágenes violentas mientras le administraban medicamentos que le causaban malestar. Pronto, Alex comenzó a sentir repulsión por la violencia.
Cuando terminó el tratamiento, Alex fue liberado de prisión. Pero pronto descubrió que su vida había cambiado por completo. Ahora, cada vez que pensaba en hacer algo malo, sentía un dolor insoportable que le impedía actuar.
Un día, Alex se encontró con sus antiguos amigos Georgie y Dim, quienes ahora eran policías. Ellos no dudaron en aprovecharse de la nueva debilidad de Alex y lo golpearon brutalmente.
Herido y desesperado, Alex buscó refugio en la casa de un hombre llamado Señor Alexander, quien resultó ser la víctima de uno de los crímenes de los Drugos en el pasado. A pesar de no reconocer a Alex al principio, el Señor Alexander decidió ayudarlo.
Sin embargo, cuando el Señor Alexander descubrió la verdadera identidad de Alex, decidió vengarse. Le hizo escuchar música clásica, sabiendo que el Tratamiento Ludovico había asociado la música con el dolor en la mente de Alex.
Al borde del colapso, Alex intentó suicidarse saltando por una ventana, pero sobrevivió. En el hospital, se enteró de que el Ministro del Interior había sido despedido y que el Tratamiento Ludovico había sido desacreditado.
Con el tiempo, Alex se recuperó y comenzó a sentirse como antes. Aunque había pasado por muchas pruebas y sufrimientos, había aprendido una valiosa lección sobre las consecuencias de sus acciones y la importancia de tomar decisiones correctas en la vida.
Y así, con una nueva perspectiva y un futuro incierto, Alex dio sus primeros pasos hacia una vida diferente, dejando atrás su pasado oscuro y violento. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película La Naranja Mecánica
Esta historia nos lleva a reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones y decisiones. Alex y sus amigos, los Drugos, se dedican a causar problemas y cometer actos violentos sin considerar las repercusiones. A medida que la trama se desarrolla, vemos cómo las elecciones de Alex lo llevan a enfrentar las consecuencias de sus acciones, sufriendo tanto física como emocionalmente. El cuento nos muestra que nuestras decisiones pueden tener un impacto profundo en nuestra vida y en la vida de los demás, y nos invita a considerar cuidadosamente nuestras elecciones y comportamiento para evitar el arrepentimiento y el sufrimiento.
Además, el cuento aborda el tema de la redención y el cambio personal. A través del Tratamiento Ludovico, Alex experimenta una transformación radical en su forma de pensar y actuar, pero también sufre la pérdida de su libre albedrío y la capacidad de tomar decisiones por sí mismo. La historia nos plantea preguntas sobre si el cambio forzado es realmente redentor y si la falta de libre albedrío es una forma válida de evitar el mal. Nos lleva a cuestionar qué es más importante: la libertad individual o la ausencia de violencia.
En última instancia, el cuento nos muestra que el verdadero cambio y la redención provienen de un proceso interno y personal. A pesar de ser sometido a un tratamiento que pretendía eliminar su capacidad para hacer el mal, Alex no encuentra una verdadera transformación hasta que experimenta el sufrimiento y las consecuencias directas de sus acciones. La historia nos enseña que el cambio real proviene de la reflexión interna, el aprendizaje de las lecciones de la vida y la voluntad de hacer las elecciones correctas. Nos recuerda que todos tenemos la capacidad de cambiar y crecer, pero el verdadero cambio solo puede surgir desde adentro.