Cuento de la película El regreso de Mary Poppins (2018)

En una tarde lluviosa y ventosa, cuando las nubes cubrían el cielo de Londres, la familia Banks vivía momentos difíciles. Michael y Jane Banks, ya adultos, enfrentaban problemas que parecían no tener solución. Pero en ese momento, una figura conocida y mágica apareció en sus vidas: Mary Poppins.

Mary Poppins descendió del cielo con su paraguas mágico, dispuesta a ayudar a la familia Banks una vez más. Los hijos de Michael, Anabel, John y Georgie, no podían creer lo que veían. Mary Poppins les prometió que juntos vivirían aventuras increíbles y aprenderían valiosas lecciones.

Un día, mientras paseaban por el parque, conocieron a Jack, un joven farolero que se convirtió en su amigo y compañero de aventuras. Juntos, descubrieron un mundo mágico dentro de un dibujo en el suelo, donde conocieron a animales parlantes y bailarines.

Anabel: «¡No puedo creer que estemos hablando con animales!»

John: «¡Y que podamos bailar con ellos!»

Mary Poppins les enseñó que la imaginación y la alegría pueden hacer que los problemas parezcan más pequeños y manejables. Pero la familia Banks aún enfrentaba un gran desafío: salvar su casa de ser embargada por el malvado William Weatherall Wilkins, presidente del banco donde trabajaba Michael.

Mientras tanto, Topsy, la prima de Mary Poppins, les mostró que a veces hay que ver las cosas desde otra perspectiva para encontrar soluciones. Y así, con la ayuda de todos, comenzaron a buscar una manera de salvar la casa.

Georgie: «¡Tenemos que encontrar la manera de salvar nuestra casa!»

Jane: «Sí, pero ¿cómo lo haremos?»

Mary Poppins: «No se preocupen, juntos encontraremos la solución».

La familia Banks descubrió que el abuelo de Michael había dejado acciones en el banco, lo que les permitiría salvar su hogar. Pero el tiempo se agotaba, y necesitaban encontrar el certificado de las acciones antes de la medianoche.

Michael: «¡Tenemos que encontrar ese certificado!»

Jack: «No se preocupen, amigos. ¡Lo lograremos!»

En una emocionante carrera contra el tiempo, la familia Banks, Mary Poppins y Jack buscaron desesperadamente el certificado. Y cuando todo parecía perdido, Georgie recordó que había usado el certificado como marcador en un libro.

Georgie: «¡Aquí está el certificado! ¡Lo encontré!»

Todos corrieron al banco, donde se encontraron con William Weatherall Wilkins y el amable Mr. Dawes Jr., quien reveló que Wilkins había estado engañando a la gente para quedarse con sus casas. Gracias a la valentía y determinación de la familia Banks, Wilkins fue desenmascarado y despedido.

Mr. Dawes Jr.: «¡Gracias, familia Banks! Han salvado el banco y sus hogares».

Con la casa a salvo y la familia Banks unida, Mary Poppins supo que su trabajo había terminado. Se despidió de todos y, con una sonrisa en su rostro, volvió a subir al cielo con su paraguas mágico.

Mary Poppins: «Recuerden siempre que la imaginación y el amor pueden superar cualquier obstáculo».

Y así, con el corazón lleno de amor y gratitud, la familia Banks miró al cielo y susurró: «Gracias, Mary Poppins«. Y en ese instante, el sol comenzó a brillar de nuevo sobre Londres, llenando sus vidas de esperanza y alegría.

Y así, con un guiño y una sonrisa, cerramos este mágico cuento.