Cuento de la película Milagros inesperados (La Milla Verde) (1999)

Milagros inesperados (La Milla Verde)

En una noche de tormenta, en un lugar llamado La Milla Verde, trabajaban unos hombres valientes que cuidaban a personas que habían cometido malas acciones. El jefe de estos hombres era Paul Edgecombe, un hombre justo y bondadoso.

Un día, llegó un hombre gigante llamado John Coffey a La Milla Verde. A pesar de su tamaño, John era muy amable y tenía un don especial: podía curar a las personas con sus manos.

Un día, Paul tenía un fuerte dolor de cabeza. John se acercó a él y le dijo:

Paul, veo que estás sufriendo. ¿Puedo ayudarte?

– No sé, John. Este dolor es insoportable – respondió Paul.

Entonces, John puso sus manos sobre la cabeza de Paul y, como por arte de magia, el dolor desapareció. Paul no podía creer lo que había pasado y le agradeció a John.

Mientras tanto, en La Milla Verde, había un pequeño ratoncito llamado Mr. Jingles que se había ganado el cariño de todos. Un día, uno de los hombres malos, Percy Wetmore, intentó lastimar a Mr. Jingles, pero John Coffey lo salvó.

– ¡No permitiré que lastimes a este pequeño amigo! – exclamó John.

Percy se enojó mucho, pero no pudo hacer nada contra John.

Pasaron los días y todos en La Milla Verde se dieron cuenta de que John era inocente y no merecía estar allí. Paul y sus compañeros, Brutus «Brutal» Howell y Dean Stanton, decidieron ayudar a John a demostrar su inocencia.

Un día, la esposa del director de la prisión, Hal Moores, estaba muy enferma. Paul pensó que John podría ayudarla y le pidió su ayuda.

John, necesitamos tu ayuda para curar a la esposa de Hal. ¿Puedes hacerlo?

– Lo intentaré, Paul – respondió John.

Así que, en secreto, llevaron a John a la casa de Hal. John puso sus manos sobre la esposa enferma y, como un milagro, la curó. Todos estaban muy agradecidos con John.

Desafortunadamente, no pudieron demostrar la inocencia de John y llegó el día en que debían despedirse de él. Todos en La Milla Verde estaban tristes, pero John les dijo:

– No se preocupen por mí. Estoy listo para irme.

Antes de irse, John le dio a Paul un regalo especial: le transmitió parte de su don para que pudiera vivir una vida larga y saludable.

Y así, aunque John Coffey ya no estaba con ellos, su bondad y su don especial vivieron en el corazón de Paul y sus amigos. Aprendieron que no siempre las apariencias dicen la verdad y que, a veces, las personas más grandes tienen los corazones más nobles.

Y así, en un abrir y cerrar de ojos, la historia de La Milla Verde se convirtió en una leyenda que nunca se olvidaría.

Reflexión del cuento de la película Milagros inesperados (La Milla Verde)

Este cuento nos muestra la importancia de no juzgar a las personas por su apariencia o por su pasado, y cómo la bondad y la compasión pueden cambiar la vida de alguien. El personaje de John Coffey, a pesar de su gran tamaño y su apariencia intimidante, tenía un corazón noble y un don especial para curar a las personas. A través de sus acciones, logró cambiar la vida de aquellos que lo rodeaban y demostrar que las apariencias pueden ser engañosas.

También podemos reflexionar sobre la importancia de la amistad y la lealtad en momentos difíciles. Los personajes de Paul, Brutus, y Dean no solo creyeron en la inocencia de John, sino que estuvieron dispuestos a arriesgar sus propias vidas y trabajos para ayudarlo. Su amistad y lealtad inquebrantables fueron fundamentales para ayudar a John y demostrar su bondad.

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