Cuento de la película Sabrina, la bruja adolescente (1996)
En una noche de luna llena, en una pequeña casa en las afueras de la ciudad, vivía Sabrina, una adolescente que estaba a punto de descubrir un gran secreto. La joven vivía con sus dos peculiares tías, Hilda y Zelda, y su travieso gato parlante, Salem.
Un día, mientras Sabrina celebraba su cumpleaños número 16, sus tías le revelaron que era una bruja y que tenía poderes mágicos. Al principio, Sabrina no podía creerlo, pero pronto comenzó a experimentar con sus nuevos poderes.
Sabrina: ¿De verdad soy una bruja? ¿Cómo es posible?
Hilda: Sí, querida, es cierto. Tu madre era una bruja y tu padre un mortal. Ahora que has cumplido 16 años, tus poderes mágicos han despertado.
Zelda: Pero no te preocupes, nosotras te enseñaremos todo lo que necesitas saber para controlar tus poderes.
Sabrina estaba emocionada y asustada al mismo tiempo. ¿Qué aventuras le esperarían ahora que era una bruja? No podía esperar para descubrirlo.
En la escuela, Sabrina intentó mantener su secreto mientras trataba de encajar con sus amigos Harvey, Jenny y Libby. Sin embargo, no siempre fue fácil, ya que sus poderes a veces se descontrolaban y causaban situaciones cómicas y embarazosas.
Un día, mientras Sabrina y Harvey estaban en la biblioteca, Sabrina accidentalmente convirtió un libro en una rana.
Harvey: ¡Vaya! ¿Cómo hiciste eso?
Sabrina: Eh… fue un truco de magia. Estoy practicando para un espectáculo en la escuela.
A medida que Sabrina aprendía a controlar sus poderes, también descubría que tenía responsabilidades como bruja. Sus tías le explicaron que debía asistir a la Escuela de Brujería para aprender más sobre sus habilidades y cómo usarlas correctamente.
Hilda: Sabrina, es importante que asistas a la Escuela de Brujería. Allí aprenderás todo lo necesario para ser una buena bruja.
Zelda: Además, conocerás a otros jóvenes brujos y brujas como tú. Será una experiencia enriquecedora.
En la Escuela de Brujería, Sabrina conoció a Enchantra, la directora, y a otros estudiantes como Dashiell y Valerie. Aunque al principio fue difícil adaptarse a este nuevo mundo, Sabrina pronto hizo amigos y comenzó a disfrutar de sus clases de magia.
Mientras tanto, en el mundo mortal, Sabrina seguía enfrentándose a los desafíos de la vida adolescente. Un día, Libby, la chica popular de la escuela, organizó una fiesta a la que todos estaban invitados, excepto Sabrina.
Jenny: No puedo creer que Libby no te haya invitado a su fiesta. Es tan injusto.
Sabrina: No te preocupes, Jenny. No me importa. Tengo cosas más importantes en las que pensar, como mis estudios de brujería.
Pero en el fondo, Sabrina sí quería ir a la fiesta. Así que, con la ayuda de sus tías y sus nuevos amigos de la Escuela de Brujería, Sabrina ideó un plan para colarse en la fiesta y enseñarle a Libby una lección.
La noche de la fiesta, Sabrina y sus amigos usaron sus poderes mágicos para crear una entrada secreta a la casa de Libby. Una vez dentro, Sabrina usó su magia para hacer que la fiesta fuera inolvidable.
Al final de la noche, Libby se disculpó con Sabrina por no haberla invitado y todos se divirtieron mucho. Sabrina se dio cuenta de que, aunque ser una bruja era emocionante, también tenía que aprender a equilibrar su vida mágica con su vida mortal.
Con el tiempo, Sabrina aprendió a controlar sus poderes y a aceptar su doble vida como bruja y adolescente. Aunque enfrentó muchos desafíos y aventuras, siempre pudo contar con el apoyo de sus tías, sus amigos y su gato Salem.
Y así, entre risas y conjuros, Sabrina continuó viviendo su vida, enfrentándose a las pruebas y tribulaciones de ser una bruja adolescente en un mundo mortal.
Reflexión del cuento de la película Sabrina, la bruja adolescente
Este cuento nos invita a reflexionar sobre el descubrimiento de uno mismo y la aceptación de nuestras capacidades y diferencias. Sabrina pasa por un proceso de asombro, miedo y emoción al descubrir que es una bruja, pero a medida que aprende a controlar sus poderes y encuentra apoyo en su entorno, logra aceptar su identidad dual y encontrar equilibrio en su vida.
Además, el cuento nos muestra la importancia de la amistad y el apoyo mutuo. Sabrina encuentra amigos en la Escuela de Brujería que la entienden y la acompañan en su viaje, y también cuenta con el apoyo incondicional de sus tías y su gato parlante. A través de la camaradería y el trabajo en equipo, Sabrina supera los desafíos y aprende que no está sola en su camino.
Por último, el cuento nos enseña sobre la responsabilidad y las consecuencias de nuestras acciones. A medida que Sabrina adquiere conocimiento y poderes mágicos, también se le presenta la responsabilidad de usarlos de manera adecuada. A través de sus experiencias, aprende a tomar decisiones conscientes y a comprender que sus acciones pueden tener un impacto en los demás, lo que la lleva a buscar un equilibrio entre su vida mágica y su vida cotidiana.