Cuento de la película La Sirenita (2023)

La Sirenita

En lo más profundo del océano, donde la luz del sol apenas podía llegar, existía un reino submarino gobernado por el Rey Tritón. Él tenía siete hijas, cada una gobernante de un mar diferente: Perla del Mar Pitón, Karina del Mar Saithe, Indira del Mar Brinedive, Caspia del Mar Apneic, Mala del Mar Chaine, Tamika del Mar Fracus y la más joven, Ariel, una sirenita de cabello rojo y brillante.

Un día, Ariel descubrió un objeto misterioso que cambiaría su vida para siempre. ¿Qué sería? La intriga la llevó a explorar el mundo de los humanos, a pesar de las advertencias de su padre.

Mientras nadaba cerca de la superficie, Ariel vio a un apuesto príncipe llamado Eric en un barco. De repente, una tormenta azotó el mar y el barco se hundió. Ariel salvó al príncipe y lo llevó a la orilla. Desde ese momento, se enamoró perdidamente de él.

Ariel decidió que quería ser humana para estar con Eric. Su amigo, el cangrejo Sebastián, trató de disuadirla:

Sebastián: «Ariel, el mundo humano es peligroso. No sabes lo que te espera allí».

Ariel: «Pero, Sebastián, estoy enamorada de Eric. Haré lo que sea necesario para estar con él».

Desesperada, Ariel buscó la ayuda de la malvada bruja del mar, Úrsula. A cambio de su voz, Úrsula le dio a Ariel un hechizo que la convertiría en humana por tres días. Si Ariel lograba que Eric la besara antes de que el tiempo se acabara, sería humana para siempre. Si no, se convertiría en una prisionera de Úrsula.

Ariel aceptó el trato y se convirtió en humana. Con la ayuda de sus amigos, el pez Flounder y Sebastián, Ariel aprendió a caminar y a comportarse como una humana. Pronto, Eric la encontró en la playa y la llevó a su castillo.

Aunque Ariel no podía hablar, Eric quedó encantado con su belleza y gracia. Pasaron los días juntos, y Ariel se acercaba cada vez más a conseguir el beso que necesitaba. Sin embargo, Úrsula, disfrazada de humana y usando la voz de Ariel, engañó a Eric para que creyera que ella era la mujer que lo había salvado.

El tercer día, Ariel y Eric estuvieron a punto de besarse, pero Úrsula intervino y reveló su verdadera identidad. Furiosa, el Rey Tritón trató de salvar a su hija, pero Úrsula lo capturó y lo convirtió en un prisionero.

Ariel: «¡No! ¡Padre, no! ¡Por favor, Úrsula, déjalo ir!»

Úrsula: «Solo si me entregas tu voz y te conviertes en mi prisionera para siempre».

Ariel estaba dispuesta a sacrificarse por su padre, pero Eric apareció y luchó contra Úrsula. Con la ayuda de sus amigos, Ariel y Eric derrotaron a la malvada bruja y liberaron al Rey Tritón.

Viendo el amor entre Ariel y Eric, el Rey Tritón decidió concederle a su hija el deseo de ser humana. Ariel y Eric se casaron y vivieron felices para siempre, mientras sus amigos y familiares del mar los visitaban a menudo.

Y así, en un mundo donde el amor y la amistad triunfaron sobre la maldad, la magia del océano unió dos mundos para siempre.

Reflexión del cuento de la película La Sirenita

Este cuento nos invita a reflexionar sobre el poder del amor y la amistad. Ariel, a pesar de los peligros y las advertencias, decide arriesgarse y perseguir su amor por Eric. Su determinación y valentía demuestran que el amor puede ser una fuerza transformadora y capaz de superar cualquier obstáculo.

También nos enseña sobre las consecuencias de nuestras decisiones y las elecciones que hacemos en la vida. Ariel acepta un trato con Úrsula y se enfrenta a las consecuencias de perder su voz y poner en peligro a su padre. Nos muestra que nuestras acciones tienen repercusiones y debemos ser conscientes de las posibles consecuencias antes de embarcarnos en un camino desconocido.

Por último, el cuento resalta la importancia de la unidad y la ayuda mutua. Ariel no podría haber logrado su objetivo sin la ayuda de sus amigos y familiares del mar. Destaca la importancia de contar con un sistema de apoyo y cómo la colaboración puede llevar al éxito. La historia nos muestra que, al unir fuerzas y superar las diferencias, podemos vencer la maldad y alcanzar la felicidad y la armonía.

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