Cuento de la película Érase una vez en América (1984)
Había una vez en una ciudad llamada Nueva York, un grupo de amigos inseparables que vivían en el barrio de Brooklyn. Estos amigos eran David «Noodles» Aaronson, Maximilian «Max» Bercovicz, Patrick «Patsy» Goldberg, Philip «Cockeye» Stein y Dominic. Juntos, formaban una banda que se dedicaba a pequeños robos y travesuras.
Un día, mientras planeaban su próximo golpe, Noodles escuchó a Max decir:
– Tenemos que ser más audaces si queremos hacernos ricos.
Patsy intervino:
– Pero, ¿cómo? No podemos enfrentarnos a las grandes bandas de la ciudad.
Noodles pensó por un momento y luego propuso:
– ¿Y si nos unimos a una de esas bandas? Podríamos aprender de ellos y luego hacerlo por nuestra cuenta.
Todos estuvieron de acuerdo y decidieron unirse a la banda del temido Frankie Monaldi. Con el tiempo, los amigos se convirtieron en criminales respetados y temidos en el mundo del hampa.
Pasaron los años y los amigos se hicieron mayores. Noodles se enamoró de Deborah Gelly, una hermosa bailarina que soñaba con triunfar en Hollywood. Pero el amor de Noodles por Deborah no era correspondido, ya que ella quería alejarse de la vida criminal.
Mientras tanto, Max ideó un plan para robar una gran cantidad de dinero y así poder retirarse. Sin embargo, el plan salió mal y la banda fue traicionada. Noodles fue arrestado y sus amigos, Max, Patsy, Cockeye y Dominic, murieron en un enfrentamiento con la policía.
Noodles pasó muchos años en prisión, pero nunca olvidó a sus amigos ni a Deborah. Cuando finalmente salió de la cárcel, decidió investigar quién había traicionado a su banda. Durante su búsqueda, se reencontró con Deborah, quien había logrado su sueño de convertirse en una exitosa actriz.
Después de mucho investigar, Noodles descubrió que el traidor había sido su mejor amigo, Max. Resultó que Max había fingido su muerte y había traicionado a sus amigos para quedarse con todo el dinero del robo. Noodles se sintió traicionado y dolido, pero decidió no vengarse de Max.
En lugar de buscar venganza, Noodles decidió dejar atrás su vida criminal y comenzar de nuevo. Se despidió de Deborah y le deseó lo mejor en su carrera como actriz. A pesar de todo lo que había pasado, Noodles aprendió que la verdadera riqueza no se encuentra en el dinero, sino en la amistad y el amor.
Y así, Noodles dejó atrás su pasado y comenzó una nueva vida, lejos del crimen y la traición. Aunque nunca olvidó a sus amigos ni a Deborah, supo que había tomado la decisión correcta al elegir un camino diferente.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película Érase una vez en América
Este cuento nos invita a reflexionar sobre la importancia de la lealtad y la amistad verdadera. A lo largo de la historia, vemos cómo los amigos están dispuestos a todo por mantenerse unidos, incluso arriesgando su vida en el mundo del crimen. Sin embargo, también nos muestra cómo la traición puede romper esos lazos tan fuertes y generar consecuencias devastadoras. La traición de Max hacia sus amigos nos enseña que la lealtad y la confianza son valores fundamentales en cualquier relación, y que sin ellos, incluso las amistades más sólidas pueden desmoronarse.
Además, el cuento nos muestra el poder de la redención y la capacidad de cambio. A pesar de su pasado criminal y las tragedias que enfrentó, Noodles elige dejar atrás su vida delictiva y buscar un nuevo comienzo. Nos muestra que siempre es posible rectificar nuestros errores y encontrar un camino diferente, alejado de la violencia y el engaño. La historia nos recuerda que no importa cuánto tiempo haya pasado o cuán oscuro haya sido nuestro pasado, siempre hay espacio para la redención y el crecimiento personal.
Finalmente, el cuento nos transmite el mensaje de que la verdadera riqueza no se encuentra en el dinero o el éxito material, sino en las relaciones humanas y el amor. Aunque Noodles se enfrenta a la traición y la pérdida de sus amigos, aprende que la amistad y el amor genuinos son invaluables y superan cualquier riqueza material. Al final, elige priorizar estos lazos emocionales sobre cualquier otra cosa y encuentra la paz y la felicidad al seguir su propio camino, lejos de la ambición desmedida y las traiciones del pasado.