Cuento de la película Cadena Perpetua (Sueño de fuga) (1994)

En una noche oscura y tormentosa, Andy Dufresne, un hombre inocente, fue condenado por un crimen que no cometió. Así comenzó su vida en la prisión de Shawshank, donde conocería a Red, un hombre sabio y experimentado en las artes de la supervivencia en prisión.

Un día, mientras Andy y Red trabajaban en el patio de la prisión, Andy le preguntó a Red:

– Oye, Red, ¿crees que algún día podré salir de aquí?

Red miró a Andy y le respondió:

– No lo sé, amigo. Pero si hay algo que he aprendido en todos estos años, es que la esperanza es lo último que se pierde.

A lo largo de los años, Andy y Red se convirtieron en grandes amigos. Juntos, enfrentaron muchas dificultades y desafíos en la prisión. Pero Andy nunca perdió la esperanza de ser libre algún día.

Un día, Andy tuvo una idea brillante. Decidió construir una biblioteca en la prisión para ayudar a sus compañeros a aprender y crecer. Con la ayuda de Red y otros amigos, la biblioteca de Shawshank se convirtió en un lugar lleno de conocimiento y esperanza.

Mientras tanto, Andy guardaba un secreto que nadie conocía. Durante años, había estado cavando un túnel en su celda con una pequeña herramienta llamada cincel de roca. Noche tras noche, trabajaba en silencio, soñando con la libertad que estaba cada vez más cerca.

Un día, Andy le confesó a Red su plan de escape. Red no podía creer lo que estaba escuchando, pero prometió guardar el secreto de su amigo.

– Cuando salga de aquí, Red, quiero que vengas conmigo – le dijo Andy.

– No sé si podré, amigo – respondió Red con tristeza – Pero si alguna vez lo logro, te encontraré.

Finalmente, llegó el día en que Andy completó su túnel y escapó de la prisión de Shawshank. Nadie supo cómo lo hizo, pero todos en la prisión sintieron una mezcla de asombro y esperanza al saber que su amigo había logrado lo imposible.

Pasaron los años, y Red finalmente obtuvo su libertad condicional. Recordando la promesa que le hizo a Andy, decidió buscar a su amigo en un pequeño pueblo llamado Zihuatanejo, en México.

Después de un largo viaje, Red encontró a Andy trabajando en un pequeño barco en una hermosa playa. Los dos amigos se abrazaron, felices de haberse reencontrado y de haber alcanzado la libertad que tanto anhelaban.

Juntos, Andy y Red comenzaron una nueva vida en Zihuatanejo, lejos de las sombras de la prisión de Shawshank. Aprendieron que, a pesar de las dificultades y los desafíos, la esperanza y la amistad pueden llevarnos a lugares que nunca imaginamos.

Y así, con el sol brillando en sus rostros y el viento soplando en sus cabellos, Andy y Red vivieron felices para siempre, demostrando que la esperanza es, en verdad, lo último que se pierde.

Y como dice el dicho, «al final del arcoíris, siempre hay un tesoro escondido».