Cuento de la película Ellas dan el golpe (1992)

Había una vez en un pequeño pueblo, un equipo de béisbol femenino llamado Las Peaches. Este equipo estaba formado por mujeres valientes y talentosas que luchaban por demostrar que podían jugar al béisbol tan bien como los hombres. La historia que les voy a contar es sobre cómo Ellas dan el golpe y cambian el mundo del deporte para siempre.

Un día, el entrenador Jimmy Dugan llegó al pueblo para dirigir a Las Peaches. Al principio, no estaba muy emocionado por entrenar a un equipo femenino, pero pronto se dio cuenta de que estas mujeres eran excepcionales.

– Jimmy: «Bueno, chicas, sé que no soy el entrenador que esperaban, pero juntas vamos a demostrar que ustedes pueden jugar al béisbol tan bien como cualquier hombre».

– Dottie Hinson: «Estamos listas para dar lo mejor de nosotras, entrenador. No nos subestime».

El equipo estaba formado por mujeres de diferentes edades y habilidades, pero todas compartían el amor por el béisbol y la determinación de triunfar. Entre ellas estaban Dottie Hinson, la talentosa receptora, y su hermana Kit Keller, una lanzadora con un brazo poderoso.

Durante los entrenamientos, las jugadoras se esforzaban al máximo y aprendían a trabajar en equipo. A medida que pasaba el tiempo, Jimmy comenzó a apreciar el talento y la dedicación de estas mujeres.

Un día, durante un partido importante, Las Peaches se enfrentaron a un equipo muy difícil. El marcador estaba empatado y la tensión era alta. Dottie y Kit sabían que tenían que dar lo mejor de sí para ganar.

– Kit: «Dottie, sé que podemos hacerlo. Solo tenemos que confiar en nosotras mismas y en nuestro equipo».

– Dottie: «Tienes razón, Kit. Vamos a darlo todo en el campo».

En la última entrada, Las Peaches lograron anotar el punto decisivo y ganaron el partido. El público estalló en aplausos y vitoreó a las jugadoras. Jimmy estaba orgulloso de su equipo y sabía que habían demostrado que las mujeres también podían jugar al béisbol.

– Jimmy: «¡Lo hicieron, chicas! ¡Ganamos! Estoy muy orgulloso de todas ustedes».

– Dottie: «Gracias, entrenador. No podríamos haberlo hecho sin su apoyo y confianza en nosotras».

A medida que la temporada avanzaba, Las Peaches continuaron ganando partidos y atrayendo a más fanáticos. La noticia de su éxito se extendió por todo el país, y las mujeres de todas partes comenzaron a unirse a equipos de béisbol.

El éxito de Las Peaches no solo cambió la forma en que la gente veía el béisbol femenino, sino que también inspiró a mujeres de todo el mundo a perseguir sus sueños y luchar por la igualdad en el deporte.

Y así, Ellas dan el golpe y demuestran que, con esfuerzo, dedicación y trabajo en equipo, las mujeres pueden lograr cualquier cosa que se propongan. Gracias a Las Peaches y a su valentía, el mundo del deporte nunca volvería a ser el mismo.

Y como dice el dicho popular, y colorín colorado, este cuento se ha acabado.