Cuento de la película Todopoderoso 2 (2007)
En un lugar donde todo parecía normal, vivía un hombre llamado Evan Baxter, quien trabajaba como presentador de noticias. Un día, Evan recibió un mensaje de Dios, quien le pidió que construyera un arca, como lo hizo Noé en la antigüedad. Aunque al principio no lo creía, Evan pronto se dio cuenta de que era una misión real y decidió aceptarla.
Evan comenzó a construir el arca con la ayuda de sus tres hijos, Ryan, Jordan y Dylan. Mientras tanto, su esposa Joan estaba preocupada por la situación y no entendía por qué su esposo estaba haciendo algo tan extraño. Un día, Evan le explicó a su familia lo que estaba sucediendo:
Evan: Dios me ha pedido que construya un arca para salvar a los animales y a nuestra familia de un gran diluvio.
Joan: ¿Estás seguro de que es Dios quien te lo pide?
Evan: Sí, estoy seguro. Tenemos que confiar en Él y seguir adelante con esta misión.
A medida que avanzaba la construcción del arca, los animales comenzaron a llegar de dos en dos, tal como lo había predicho Dios. Los vecinos y la gente del pueblo se burlaban de Evan y su familia, pero ellos no se dejaron desanimar y continuaron trabajando en el arca.
Mientras tanto, el Congresista Long estaba planeando construir una presa en el pueblo, pero no se preocupaba por la seguridad de las personas ni por el medio ambiente. Evan intentó advertirle sobre el peligro que representaba la presa, pero el Congresista Long no le hizo caso.
Un día, mientras Evan y su familia trabajaban en el arca, comenzó a llover intensamente. La presa se rompió y el agua comenzó a inundar el pueblo. La gente del pueblo, incluido el Congresista Long, se dio cuenta de que Evan tenía razón y corrieron hacia el arca en busca de refugio.
Evan: ¡Rápido, suban al arca! Hay espacio para todos.
Congresista Long: Lo siento, Evan. No te escuché cuando intentaste advertirme.
Evan: No hay tiempo para discutir, ¡suban al arca!
Todos subieron al arca y se salvaron de la inundación. Después de que las aguas se calmaron, Dios le habló nuevamente a Evan:
Dios: Evan, has hecho un buen trabajo. Has salvado a tu familia, a los animales y a la gente de tu pueblo. Ahora es el momento de reconstruir y aprender de los errores del pasado.
Evan: Gracias, Dios. Aprendimos una valiosa lección sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y escuchar a los demás.
Con el tiempo, el pueblo se reconstruyó y la vida volvió a la normalidad. Evan y su familia se convirtieron en un ejemplo para todos, demostrando que la fe y la perseverancia pueden lograr grandes cosas. La historia de Evan y el arca se convirtió en una leyenda que se contaría a lo largo de los años, recordando a las personas la importancia de cuidar el medio ambiente y escuchar a los demás.
Y así, con un arcoíris en el cielo, termina la historia de Evan y su arca, un cuento que nos enseña a creer en nosotros mismos y en las misiones que Dios nos encomienda.
Reflexión del cuento de la película Todopoderoso 2
Este cuento nos ofrece varias reflexiones importantes. En primer lugar, nos habla de la importancia de la fe y la confianza en uno mismo. Evan inicialmente duda de la misión que le es encomendada, pero al final decide creer y aceptar el desafío. Esta actitud muestra cómo la fe puede impulsarnos a superar obstáculos y lograr cosas extraordinarias.
En segundo lugar, el cuento nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. La construcción del arca y la advertencia de Evan sobre la presa demuestran cómo nuestras acciones pueden tener un impacto significativo en la naturaleza. La historia nos recuerda la responsabilidad que tenemos de proteger y preservar nuestro entorno para las generaciones futuras.
Por último, el cuento nos enseña la importancia de escuchar a los demás. Aunque Evan es ridiculizado y no es tomado en serio por su misión, al final las personas se ven obligadas a reconocer su sabiduría y siguen su liderazgo para salvarse. Esto nos muestra cómo la empatía y la apertura hacia las ideas de los demás pueden conducir a una mejor comprensión y colaboración en la sociedad.