Cuento de la película Como si fuera la primera vez (2004)

En un lugar muy lejano, donde el sol y la luna se encontraban cada día, comenzó una historia de amor inolvidable. Henry, un joven biólogo marino, se cruzó en el camino de Lucy, una chica encantadora con una peculiar condición.

Un día, mientras Henry paseaba por la playa, se encontró con Lucy pintando un hermoso paisaje marino. Al verla, sintió una conexión especial y decidió acercarse a ella.

Henry: Hola, ¿cómo te llamas?
Lucy: Hola, soy Lucy. ¿Y tú?

Henry le contó su nombre y comenzaron a charlar. Descubrieron que compartían muchas cosas en común, como su amor por el mar y los animales. Sin embargo, al día siguiente, cuando Henry volvió a encontrarse con Lucy, ella no lo recordaba.

Lucy: Hola, ¿nos conocemos?
Henry: Sí, nos conocimos ayer en la playa.

Lucy no recordaba a Henry porque tenía una condición llamada amnesia anterógrada, que le impedía recordar los eventos del día anterior. A pesar de esto, Henry no se rindió y decidió conquistar a Lucy todos los días, como si fuera la primera vez.

Cada mañana, Henry ideaba un plan diferente para acercarse a Lucy y hacerla sentir especial. Un día, organizó un picnic en la playa, otro día, le enseñó a tocar la guitarra, y en otra ocasión, le mostró cómo alimentar a los animales marinos.

Lucy: ¿Por qué haces todo esto por mí?
Henry: Porque cada día que paso contigo es único e inolvidable.

A medida que pasaban los días, Henry y Lucy se enamoraban más y más. Pero Henry sabía que debía encontrar una manera de ayudar a Lucy a recordar su amor.

Un día, Henry tuvo una idea brillante. Decidió crear un álbum de fotos con todos los momentos que habían compartido juntos. Así, cada mañana, Lucy podría ver el álbum y recordar su amor.

Henry: Lucy, quiero mostrarte algo.
Lucy: ¿Qué es?

Henry le entregó el álbum de fotos a Lucy, y al verlo, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

Lucy: ¿De verdad hicimos todas estas cosas juntos?
Henry: Sí, y cada día que pasa, nuestro amor crece más y más.

A partir de ese día, Lucy comenzó a recordar a Henry poco a poco. Aunque no podía recordar todos los detalles, sabía que había encontrado a alguien que la amaba de verdad.

Con el tiempo, Henry y Lucy se casaron y tuvieron una vida llena de amor y felicidad. A pesar de los desafíos que enfrentaron, nunca dejaron que la amnesia de Lucy se interpusiera en su amor.

Y así, en un lugar donde el sol y la luna se encontraban cada día, Henry y Lucy demostraron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo. Y como en los cuentos de hadas, vivieron felices para siempre, demostrando que el amor es más fuerte que el olvido.

Y con un suspiro de felicidad, el sol y la luna se fundieron en un abrazo eterno, y así concluye esta historia de amor inolvidable.