Cuento de la película Volver al Futuro (1985)

Volver al Futuro

En un lugar donde el tiempo parecía detenerse, había una vez un joven llamado Marty McFly que vivía en la tranquila ciudad de Hill Valley. Un día, su amigo Doc Brown, un científico excéntrico, le mostró su último invento: una máquina del tiempo construida a partir de un automóvil DeLorean.

Doc le explicó a Marty que la máquina funcionaba con un dispositivo llamado condensador de flujo, que permitía viajar en el tiempo al alcanzar una velocidad de 88 millas por hora. Sin embargo, algo inesperado sucedió: un grupo de criminales apareció y atacó a Doc, dejando a Marty sin otra opción que escapar en el DeLorean.

Mientras huía, Marty alcanzó las 88 millas por hora y, de repente, se encontró en el año 1955. Allí conoció a sus padres, George y Lorraine, cuando eran jóvenes. Pero al interactuar con ellos, Marty alteró accidentalmente el curso de la historia, poniendo en peligro su propia existencia.

Marty se encontró con Doc Brown en 1955 y le explicó lo que había sucedido. Juntos, idearon un plan para asegurar que sus padres se conocieran y se enamoraran, garantizando así que Marty naciera en el futuro.

Marty se acercó a George y le dijo:
George, tienes que invitar a Lorraine al baile de graduación. Es la única forma de asegurar nuestro futuro.

George estaba nervioso, pero con la ayuda de Marty, logró reunir el valor para invitar a Lorraine al baile. Mientras tanto, Marty y Doc trabajaron juntos para encontrar una manera de enviar a Marty de regreso al futuro.

Descubrieron que un rayo caería en la torre del reloj de Hill Valley a una hora específica, y podrían usar esa energía para alimentar el condensador de flujo. Marty y Doc prepararon el DeLorean y lo alinearon con la torre del reloj.

En el baile, George y Lorraine finalmente se besaron, asegurando el futuro de Marty. Con el tiempo justo, Marty se subió al DeLorean y aceleró hacia la torre del reloj mientras el rayo caía.

El rayo golpeó el DeLorean en el momento preciso, enviando a Marty de regreso al año 1985. Al regresar, descubrió que su vida había cambiado para mejor: sus padres eran más felices y exitosos, y su amigo Doc había sobrevivido al ataque de los criminales.

Marty se reunió con su novia Jennifer y estaban a punto de irse en su camioneta cuando Doc apareció en un DeLorean volador, diciendo:
Marty, ¡tienes que venir conmigo! ¡Es tu futuro, Marty! ¡Algo tiene que cambiar!

Y así, Marty, Jennifer y Doc se embarcaron en otra emocionante aventura a través del tiempo, demostrando que el futuro es lo que nosotros hacemos de él. Y con un guiño y una sonrisa, el DeLorean desapareció en el horizonte, dejando tras de sí un rastro de aventuras por contar.

Reflexión del cuento de la película Volver al Futuro

Este cuento nos invita a reflexionar sobre el poder de nuestras acciones y decisiones en la construcción de nuestro futuro. Marty McFly, al alterar accidentalmente el curso de la historia al interactuar con sus padres en el pasado, pone en peligro su propia existencia. Sin embargo, a través de la colaboración con su amigo Doc Brown, aprende la importancia de tomar las decisiones correctas para asegurar un futuro positivo. El cuento nos enseña que nuestras elecciones y acciones tienen consecuencias, y que debemos ser conscientes de su impacto en nuestras vidas y en las de aquellos que nos rodean.

Además, el relato también resalta la importancia de la valentía y la superación personal. Marty, junto con George, logra vencer sus miedos y enfrentar situaciones desafiantes para asegurar su futuro. Nos muestra que a veces debemos salir de nuestra zona de confort y tomar riesgos para alcanzar nuestros objetivos y construir una vida plena.

Por último, el cuento nos deja con la idea de que el futuro no está escrito y que nuestras acciones pueden influir en su dirección. Marty y Doc emprenden una nueva aventura, demostrando que el futuro es dinámico y que siempre hay oportunidades para cambiar y mejorar. Nos inspira a ser dueños de nuestro propio destino y a creer en nuestro poder para moldear el rumbo de nuestras vidas.

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