Cuento de la película Stuart Little (1999)

Stuart Little

En una noche estrellada, en una pequeña casa en Nueva York, la familia Little estaba a punto de cambiar para siempre. Había una vez un matrimonio, el señor y la señora Little, que decidieron adoptar un hermanito para su hijo George. Al llegar al orfanato, conocieron a un ratoncito muy especial llamado Stuart. A pesar de ser un ratón, los Little sintieron una conexión especial con él y decidieron adoptarlo.

Al llegar a casa, Stuart conoció a Snowbell, el gato de la familia, quien no estaba muy contento con la llegada del nuevo miembro. ¿Qué pasaría entre Stuart y Snowbell? ¿Podrían llegar a ser amigos?

Stuart se adaptó rápidamente a su nueva vida y comenzó a tener conversaciones con los demás miembros de la familia. Un día, George le preguntó a Stuart:

– ¿Cómo te sientes siendo un ratón en una familia de humanos?

Stuart respondió con una sonrisa:

– Me siento afortunado de tener una familia que me quiere, aunque sea diferente.

A medida que pasaba el tiempo, Stuart y George se volvieron inseparables. Juntos, vivieron muchas aventuras, como cuando participaron en una emocionante regata de barcos en Central Park. Durante la carrera, George animaba a Stuart:

– ¡Vamos, Stuart! ¡Tú puedes ganar!

Mientras tanto, Snowbell comenzó a sentir celos de la relación entre Stuart y George. Un día, se encontró con un grupo de gatos callejeros liderados por Smokey, quien le propuso un plan para deshacerse de Stuart. Snowbell, aunque reacio, aceptó unirse a ellos.

El plan de Smokey consistía en engañar a Stuart haciéndole creer que sus verdaderos padres estaban vivos y buscándolo. Para ello, dos ratones llamados Reginald y Camille Stout fingieron ser sus padres y convencieron a Stuart de que debía irse con ellos. Con el corazón roto, Stuart se despidió de los Little y se fue con los Stouts.

Sin embargo, Stuart pronto descubrió que todo era una mentira y que los Stouts no eran sus verdaderos padres. Decidió regresar a casa, pero en el camino, fue capturado por Smokey y sus secuaces. Snowbell, al darse cuenta de que había cometido un error, decidió enfrentarse a Smokey y rescatar a Stuart.

– ¡No dejaré que le hagan daño a mi amigo! – exclamó Snowbell.

Después de una emocionante persecución, Snowbell logró salvar a Stuart y juntos regresaron a casa con los Little. La familia se alegró mucho al verlos y celebraron su regreso.

A partir de ese día, Stuart y Snowbell se convirtieron en grandes amigos, y la familia Little aprendió que el amor y la amistad pueden superar cualquier diferencia. Juntos, vivieron muchas más aventuras y demostraron que, sin importar el tamaño o la especie, todos merecen un hogar lleno de amor.

Y así, con un abrazo lleno de cariño, la historia de Stuart Little y su familia nos enseña que el amor y la amistad no tienen límites, y que siempre hay lugar para la aceptación y la unión en nuestras vidas. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Reflexión del cuento de la película Stuart Little

Este cuento nos enseña la importancia de aceptar y valorar a las personas y seres diferentes a nosotros. A pesar de ser un ratón, Stuart encuentra amor y pertenencia en la familia Little, demostrando que la verdadera familia no se limita a la especie o apariencia física. El amor y la amistad son capaces de trascender las diferencias y unir a las personas, generando lazos fuertes y duraderos.

Además, la historia nos muestra la importancia de aprender de nuestros errores y rectificarlos. Snowbell, inicialmente resentido por la llegada de Stuart, se da cuenta de su error al unirse a los gatos callejeros y pone en peligro la vida de su nuevo amigo. Sin embargo, su amor por Stuart y el deseo de hacer lo correcto lo llevan a enfrentar sus propios errores y rescatar a Stuart. Esto nos enseña la importancia de la lealtad y la valentía para corregir nuestras acciones y proteger a aquellos a quienes queremos.

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