Cuento de la película Assassin’s Creed (2016)

En una noche oscura y tormentosa, un misterioso hombre encapuchado caminaba sigilosamente por las calles de la ciudad. Este hombre era Callum Lynch, un descendiente de la antigua hermandad de los Asesinos. Callum tenía una misión muy importante: encontrar un artefacto poderoso llamado Manzana del Edén.

Callum se encontró con su amiga y compañera de la hermandad, Maria. Juntos, se adentraron en un antiguo edificio en busca de pistas sobre la ubicación de la Manzana del Edén.

Callum: «Maria, ¿estás segura de que la Manzana del Edén está aquí?»

Maria: «Sí, Callum. Nuestros antepasados nos dejaron pistas en este lugar. Debemos encontrarlas y descifrarlas para localizar la Manzana».

Mientras exploraban el edificio, Callum y Maria encontraron un mapa antiguo con símbolos extraños. Estos símbolos eran parte de un código que debían resolver para descubrir la ubicación de la Manzana del Edén.

Callum: «Estos símbolos parecen ser un acertijo. ¿Qué crees que signifiquen?»

Maria: «No estoy segura, pero creo que si los unimos correctamente, nos mostrarán el camino».

Callum y Maria trabajaron juntos para resolver el acertijo. Después de un rato, descubrieron que los símbolos formaban una imagen de un árbol con una manzana en su rama más alta.

Callum: «¡Lo logramos! La Manzana del Edén debe estar en algún lugar cerca de este árbol».

Maria: «Sí, pero debemos darnos prisa. Los Templarios también están buscando la Manzana, y no podemos permitir que la encuentren antes que nosotros».

Callum y Maria siguieron el mapa hasta llegar a un bosque oscuro y espeso. Allí, encontraron el árbol que aparecía en el mapa. Pero antes de que pudieran acercarse, un grupo de Templarios los interceptó.

Templario: «¡Alto! No permitiremos que los Asesinos se apoderen de la Manzana del Edén».

Callum: «No tenemos miedo de enfrentarnos a ustedes, Templarios. La Manzana del Edén debe ser protegida de aquellos que quieren usarla para el mal».

Se desató una gran batalla entre los Asesinos y los Templarios. Callum y Maria lucharon valientemente, usando sus habilidades y astucia para derrotar a sus enemigos. Al final, solo quedaron Callum, Maria y el líder de los Templarios.

Líder Templario: «No podrán detenernos. La Manzana del Edén será nuestra».

Callum: «No mientras nosotros estemos aquí para protegerla».

Callum y Maria unieron sus fuerzas y lograron derrotar al líder Templario. Con los enemigos vencidos, finalmente pudieron acercarse al árbol y tomar la Manzana del Edén.

Maria: «Lo logramos, Callum. Hemos protegido la Manzana del Edén y asegurado el futuro de nuestra hermandad».

Callum: «Sí, pero debemos estar siempre alerta. Los Templarios no descansarán hasta que hayan conseguido lo que quieren».

Con la Manzana del Edén a salvo en sus manos, Callum y Maria regresaron a su hermandad para compartir la noticia de su victoria. Aunque sabían que la lucha contra los Templarios continuaría, estaban seguros de que, juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Y así, con el corazón lleno de esperanza y determinación, nuestros valientes héroes siguieron luchando por un mundo mejor. Y aunque sus aventuras estaban lejos de terminar, sabían que siempre podrían contar el uno con el otro para enfrentar cualquier obstáculo que se les presentara. La Manzana del Edén estaba a salvo, y la hermandad de los Asesinos había demostrado una vez más su valentía y determinación en la lucha contra los Templarios.

Callum y Maria se despidieron con una sonrisa, sabiendo que su trabajo no había terminado. Pero también sabían que, mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Y así, con la esperanza en sus corazones y la determinación en sus mentes, nuestros héroes se prepararon para enfrentar el futuro con valentía y coraje.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.