Cuento de la película Mi amigo el Dragón (2016)
En una noche estrellada, en un pequeño pueblo rodeado de bosques, vivía un niño llamado Pete junto a su mejor amigo, un enorme dragón verde llamado Elliot. Nadie más en el pueblo sabía de la existencia de Elliot, pues él y Pete compartían un secreto muy especial.
Un día, mientras Pete y Elliot jugaban en el bosque, escucharon a lo lejos la voz de una niña llamada Natalie. Ella estaba buscando a su perro perdido, Jax. Pete y Elliot decidieron ayudarla, pero sabían que debían mantener el secreto del dragón.
Pete: Hola, Natalie. ¿Necesitas ayuda para encontrar a Jax?
Natalie: ¡Sí, por favor! No sé dónde puede estar.
Juntos, los tres comenzaron a buscar a Jax por todo el bosque. Durante la búsqueda, Elliot se escondía entre los árboles para no ser visto. De repente, escucharon un ladrido a lo lejos.
Pete: ¡Ese debe ser Jax! Vamos por allá.
Al llegar al lugar de donde provenía el ladrido, encontraron a Jax atrapado en un pozo. Pete y Natalie intentaron sacarlo, pero no podían hacerlo solos. Entonces, Pete le pidió ayuda a Elliot en secreto.
Pete (susurrando): Elliot, necesitamos tu ayuda para sacar a Jax del pozo. Pero recuerda, no podemos dejar que Natalie te vea.
Elliot asintió con la cabeza y, usando su larga cola, logró sacar a Jax del pozo sin ser visto. Natalie estaba muy agradecida y abrazó a su perro.
Natalie: ¡Gracias, Pete! No sé cómo lo hiciste, pero me has ayudado mucho.
Pete: No hay de qué, Natalie. Estoy feliz de haber podido ayudar.
Mientras tanto, en el pueblo, el guardabosques Grace y su padre Meacham comenzaron a escuchar rumores sobre un misterioso dragón que vivía en el bosque. Decidieron investigar y se adentraron en el bosque en busca de pistas.
Grace y Meacham encontraron a Pete, Natalie y Jax en el bosque y les preguntaron si habían visto algo extraño.
Grace: Hola, niños. Estamos buscando un dragón que, según los rumores, vive en este bosque. ¿Han visto algo?
Pete: No, no hemos visto ningún dragón.
Pero Elliot, que estaba escondido detrás de un árbol, dejó caer una de sus escamas. Grace la recogió y se dio cuenta de que era una prueba de la existencia del dragón.
Grace: Esto es muy extraño. Seguiremos buscando.
Pete y Natalie se despidieron de Grace y Meacham y regresaron al escondite de Elliot. Allí, Pete le contó a Elliot sobre la búsqueda del dragón y cómo debían tener más cuidado.
Pasaron los días, y Pete, Natalie y Elliot compartieron muchas aventuras juntos, siempre manteniendo el secreto del dragón. Pero un día, Grace y Meacham descubrieron la verdad y prometieron proteger a Elliot y mantener su secreto a salvo.
El pueblo aprendió a convivir con Elliot, y todos se dieron cuenta de que no había nada que temer. El dragón se convirtió en un amigo y protector del pueblo, y todos vivieron felices y en armonía.
Y así, en un atardecer dorado, Pete, Natalie, Elliot y todos los habitantes del pueblo celebraron su amistad y la magia que había traído el dragón a sus vidas. Y aunque el secreto del dragón ya no era un secreto, su historia se convirtió en una leyenda que pasaría de generación en generación.
Reflexión del cuento de la película Mi amigo el Dragón
Este cuento nos invita a reflexionar sobre la importancia de la amistad y la ayuda mutua. A través de la relación entre Pete, Natalie y Elliot, se muestra cómo la amistad puede superar obstáculos y brindar apoyo en momentos difíciles. Además, se destaca la importancia de mantener secretos y confidencialidad para proteger a aquellos que son diferentes o especiales en nuestra vida.
Otra reflexión que nos brinda este cuento es la importancia de la tolerancia y la aceptación. A medida que la historia avanza, vemos cómo el pueblo aprende a convivir con Elliot, a pesar de su naturaleza de dragón. A través de esta experiencia, se muestra la importancia de no juzgar o temer a los demás solo por ser diferentes, y cómo la aceptación puede conducir a una convivencia armoniosa y enriquecedora.
Finalmente, este cuento nos habla sobre la magia y la importancia de creer en algo más allá de lo visible. La existencia de Elliot, el dragón, representa la presencia de lo mágico y extraordinario en nuestras vidas. Nos recuerda que debemos mantener viva nuestra imaginación y abrirnos a la posibilidad de que existan cosas maravillosas más allá de lo que podemos ver y comprender racionalmente.