Cuento de la película Las Tinieblas (2016)

En un lugar donde nadie se atrevía a entrar, había una vez un misterioso bosque llamado Las Tinieblas. En este bosque vivían tres personajes principales: Argel, un niño valiente y curioso; su hermana Camila, siempre dispuesta a proteger a su hermano; y su padre Gustavo, un hombre sabio y experimentado.

Un día, Argel y Camila decidieron adentrarse en el bosque para explorar sus secretos. Mientras caminaban, encontraron un extraño objeto brillante en el suelo.

Argel exclamó: «¡Mira, Camila! ¿Qué será eso?»

Camila respondió con cautela: «No lo sé, Argel. Tal vez deberíamos preguntarle a papá».

Al regresar a casa, le mostraron el objeto a Gustavo, quien les explicó que era una piedra mágica que tenía el poder de protegerlos de los peligros del bosque. Sin embargo, les advirtió que debían tener cuidado, ya que el bosque estaba lleno de criaturas misteriosas y peligrosas.

A pesar de la advertencia de su padre, Argel y Camila decidieron regresar al bosque para descubrir más secretos. Con la piedra mágica en sus manos, se adentraron en Las Tinieblas, sin saber que su aventura estaba a punto de comenzar.

Mientras caminaban, escucharon un ruido extraño proveniente de un arbusto cercano. De repente, apareció una criatura llamada El Guardián, quien les dijo que debían enfrentar tres pruebas para poder salir del bosque.

El Guardián les explicó: «La primera prueba es resolver un acertijo. Si lo resuelven, podrán continuar. Si no, quedarán atrapados en el bosque para siempre».

Argel y Camila aceptaron el desafío y, gracias a su ingenio, lograron resolver el acertijo. El Guardián les permitió continuar, pero les advirtió que las próximas pruebas serían aún más difíciles.

La segunda prueba consistía en cruzar un río lleno de criaturas peligrosas. Usando la piedra mágica, Argel y Camila lograron cruzar el río sin ser atacados.

Finalmente, llegaron a la tercera prueba: enfrentarse a un dragón que custodiaba la salida del bosque. Argel y Camila, con la ayuda de la piedra mágica, lograron vencer al dragón y liberar a todas las criaturas atrapadas en el bosque.

Al regresar a casa, Gustavo los recibió con orgullo y les dijo: «Mis valientes hijos, han demostrado su coraje y sabiduría al enfrentar los peligros de Las Tinieblas. Ahora, el bosque estará a salvo para todos».

Argel y Camila aprendieron que, aunque el mundo puede ser un lugar lleno de misterios y peligros, siempre pueden confiar en su familia y en sí mismos para enfrentar cualquier desafío.

Y así, con el corazón lleno de amor y valentía, Argel, Camila y Gustavo vivieron felices y seguros, sabiendo que habían enfrentado y vencido a las fuerzas oscuras de Las Tinieblas.

Y con un suspiro de alivio, el sol brilló sobre ellos, marcando el final de esta emocionante aventura.