Cuento de la película Descendientes (2015)
En un lugar donde nadie esperaba, los hijos de los villanos más temidos del reino se encontraron en una situación inesperada. Los Descendientes de Maléfica, Jafar, Cruella de Vil y la Reina Malvada habían sido invitados a estudiar en la prestigiosa escuela de Auradon, donde los hijos de los héroes más famosos también asistían.
Mal, la hija de Maléfica, no podía creer que estuvieran en ese lugar. Mientras caminaban por los pasillos, se encontraron con Evie, la hija de la Reina Malvada.
Mal: ¿Puedes creer que nos hayan traído aquí, Evie? ¿Qué traman esos héroes?
Evie: No lo sé, Mal, pero algo me dice que esto no será fácil para nosotros.
Mientras tanto, Jay, el hijo de Jafar, y Carlos, el hijo de Cruella de Vil, también estaban intrigados por su nueva vida en Auradon.
Jay: ¿Crees que podamos encajar aquí, Carlos?
Carlos: No lo sé, Jay. Pero al menos podemos intentarlo.
Los cuatro Descendientes pronto se dieron cuenta de que su misión en Auradon era robar la varita mágica de la Reina Bella para liberar a sus padres villanos. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, comenzaron a hacer amigos entre los hijos de los héroes y a descubrir que no todos los villanos eran malos.
Un día, mientras los Descendientes estaban en la biblioteca, encontraron un libro antiguo que contenía un hechizo poderoso. Decidieron usarlo para robar la varita mágica, pero algo salió mal.
Mal: ¡Rápido, Evie! ¡Lee el hechizo!
Evie: Está bien, aquí va: «Por el poder de la oscuridad y la luz, que la varita mágica aparezca ante nuestra vista».
De repente, una luz brillante iluminó la habitación y la varita mágica apareció frente a ellos. Pero en lugar de caer en sus manos, la varita comenzó a volar por la habitación, fuera de su alcance.
Jay: ¡No puedo atraparla! ¡Carlos, ayúdame!
Carlos: ¡Estoy intentándolo, Jay! ¡Pero se mueve muy rápido!
Mientras los Descendientes intentaban atrapar la varita mágica, sus amigos de Auradon, Ben, el hijo de la Reina Bella y el Rey Bestia, y Audrey, la hija de la Princesa Aurora y el Príncipe Felipe, entraron en la biblioteca.
Ben: ¿Qué está pasando aquí?
Audrey: ¡La varita mágica! ¡Tenemos que detenerlos!
Pero antes de que pudieran hacer algo, la varita mágica desapareció en una nube de humo. Los Descendientes se dieron cuenta de que no podían seguir con su plan y decidieron unirse a sus amigos de Auradon para proteger el reino.
Juntos, lucharon contra las fuerzas del mal y aprendieron valiosas lecciones sobre la amistad, el amor y la importancia de ser uno mismo. Al final, los Descendientes decidieron quedarse en Auradon y renunciar a sus vidas como villanos.
Y así, en un giro inesperado del destino, los hijos de los villanos más temidos se convirtieron en héroes y encontraron su lugar en el mundo. Y con un suspiro de alivio, el reino de Auradon vivió en paz y armonía.
Reflexión del cuento de la película Descendientes
Este cuento nos lleva a reflexionar sobre la importancia de superar estereotipos y prejuicios. Los Descendientes, hijos de villanos, son inicialmente vistos como malvados y peligrosos debido a la reputación de sus padres. Sin embargo, a medida que interactúan con los hijos de los héroes y se adentran en la vida en Auradon, descubren que no todos los villanos son completamente malos y que ellos mismos tienen la capacidad de elegir su propio camino. A través de la amistad y la colaboración, logran romper con las expectativas establecidas y demostrar que la identidad de una persona no está determinada por su linaje o su origen.
Además, el cuento nos enseña sobre la importancia de la redención y el cambio. Aunque los Descendientes inicialmente planeaban robar la varita mágica para liberar a sus padres y seguir con sus caminos malvados, su experiencia en Auradon y su interacción con personas bondadosas les permiten cuestionar sus propios propósitos. Al final, toman la decisión de renunciar a sus vidas como villanos y permanecer en Auradon para proteger el reino y forjar un nuevo futuro para ellos mismos. Esto nos muestra que siempre hay espacio para el crecimiento personal y que el cambio positivo es posible, incluso para aquellos considerados los más temidos y malvados.