Cuento de la película Los Cazafantasmas 2 (1989)
En una noche tormentosa, cuando los relámpagos iluminaban el cielo, los valientes Los Cazafantasmas se preparaban para enfrentar una nueva aventura. Había una vez un grupo de héroes, Peter Venkman, Ray Stantz, Egon Spengler y Winston Zeddemore, quienes se dedicaban a atrapar fantasmas y proteger a la ciudad de Nueva York de las fuerzas sobrenaturales.
Un día, mientras los Cazafantasmas disfrutaban de un merecido descanso, recibieron una llamada urgente. La voz al otro lado del teléfono les informó que un espíritu maligno había tomado el control de una pintura antigua en el Museo de Arte de Manhattan. Sin perder tiempo, los héroes se pusieron sus trajes y se dirigieron al museo.
Al llegar, se encontraron con Dana Barrett, una antigua amiga que trabajaba en el museo. Ella les explicó que la pintura estaba poseída por Vigo el Cárpato, un tirano del siglo XVI que buscaba regresar a la vida y gobernar el mundo. Los Cazafantasmas sabían que debían detener a Vigo antes de que fuera demasiado tarde.
Mientras investigaban la pintura, Ray le dijo a Egon: «Esta energía es diferente a todo lo que hemos visto antes. ¿Cómo vamos a detener a Vigo?». Egon respondió: «Necesitamos encontrar una manera de debilitar su poder y atraparlo en nuestra trampa de fantasmas«.
Los Cazafantasmas descubrieron que el río de ectoplasma que fluía bajo la ciudad estaba alimentando el poder de Vigo. Decidieron que, para detenerlo, debían cerrar el flujo de ectoplasma. Pero, ¿cómo podrían hacerlo sin poner en peligro a la ciudad?
Peter sugirió: «Podríamos usar la Estatua de la Libertad para inspirar a la gente y debilitar el poder de Vigo. Si todos en la ciudad creen en nosotros, podremos cerrar el río de ectoplasma y atrapar a Vigo en nuestra trampa».
Los Cazafantasmas pusieron en marcha su plan y, con la ayuda de la Estatua de la Libertad, lograron cerrar el río de ectoplasma. Con el poder de Vigo debilitado, se dirigieron al museo para enfrentarse al espíritu maligno.
Al llegar al museo, encontraron a Vigo tratando de poseer el cuerpo de Oscar, el bebé de Dana. Los Cazafantasmas no permitirían que Vigo lastimara a un inocente, así que se enfrentaron a él en una batalla épica.
Winston gritó: «¡No dejaremos que te salgas con la tuya, Vigo! ¡Vamos a atraparte y proteger a esta ciudad!». Los Cazafantasmas lucharon valientemente, y con la ayuda de la energía positiva de la ciudad, lograron atrapar a Vigo en su trampa de fantasmas.
La ciudad de Nueva York estaba a salvo una vez más, gracias al coraje y la determinación de Los Cazafantasmas. Dana y Oscar agradecieron a los héroes por salvarlos, y todos celebraron la victoria juntos.
Y así, con el mal derrotado y la paz restaurada, Los Cazafantasmas demostraron una vez más que no hay fantasma demasiado grande ni desafío demasiado difícil para ellos. Y en un abrir y cerrar de ojos, la aventura había terminado, pero siempre estarían listos para enfrentar cualquier amenaza sobrenatural que se presentara en el futuro.
Reflexión del cuento de la película Los Cazafantasmas 2
El cuento de los Cazafantasmas nos enseña la importancia de la valentía, el trabajo en equipo y la determinación en la lucha contra el mal. Los héroes enfrentan un desafío difícil y peligroso, pero no se rinden y utilizan su ingenio para encontrar una solución. Además, demuestran que la ayuda de la comunidad es esencial para el éxito, ya que la energía positiva de la ciudad les ayuda a cerrar el flujo de ectoplasma y debilitar el poder de Vigo.
También se puede destacar la importancia de proteger a los más vulnerables, como el bebé Oscar, y de no permitir que el mal lastime a los inocentes. En definitiva, el cuento nos muestra que siempre hay esperanza en la lucha contra el mal y que con coraje, determinación y trabajo en equipo se pueden superar cualquier obstáculo.