Cuento de la película Amigos con Beneficios (2011)
En una noche estrellada, en la gran ciudad de Nueva York, vivían dos amigos llamados Dylan y Jamie. Ambos eran jóvenes, alegres y llenos de sueños. Un día, se encontraron en una situación peculiar y decidieron hacer un trato especial.
Dylan, que trabajaba como director artístico, le dijo a Jamie, una cazatalentos:
– Oye, Jamie, ¿qué te parece si nos convertimos en amigos con beneficios? Así, podemos disfrutar sin complicaciones ni compromisos.
Jamie pensó un momento y respondió:
– Está bien, Dylan, pero tenemos que prometer que nuestra amistad no cambiará.
Y así comenzó su aventura como amigos con beneficios. Pasaron tiempo juntos, compartieron risas y momentos especiales. Pero, como en todo cuento, había otros personajes que influían en sus vidas.
Tommy, el amigo de Dylan, siempre estaba dispuesto a dar consejos y apoyar a su amigo en sus decisiones. Por otro lado, Lorna, la madre de Jamie, era una mujer divertida y cariñosa que quería lo mejor para su hija.
Un día, mientras Dylan y Jamie estaban en el parque, se encontraron con Quincy y Kayla, una pareja que parecía muy enamorada. Dylan y Jamie se preguntaron si ellos también podrían llegar a sentir algo más el uno por el otro.
– ¿Crees que nosotros podríamos enamorarnos algún día? – preguntó Jamie.
– No lo sé, pero por ahora, disfrutemos de nuestra amistad – respondió Dylan.
A medida que pasaba el tiempo, Dylan y Jamie comenzaron a sentir algo más que amistad. Sin embargo, no querían admitirlo por miedo a arruinar lo que tenían. Pero un día, todo cambió.
Dylan recibió una oferta de trabajo en Los Ángeles y tenía que mudarse. Jamie se sintió triste y preocupada por perder a su amigo. Entonces, decidió hablar con su madre, Lorna.
– Mamá, no sé qué hacer. Dylan se va a mudar y no quiero perderlo – dijo Jamie.
Lorna le aconsejó:
– Hija, a veces hay que arriesgarse y decir lo que sentimos. Si de verdad lo quieres, ve y dile lo que sientes.
Jamie decidió seguir el consejo de su madre y fue a hablar con Dylan antes de que se fuera. Cuando llegó al aeropuerto, lo encontró justo a tiempo.
– Dylan, tengo que decirte algo – dijo Jamie con nerviosismo.
– ¿Qué pasa, Jamie? – preguntó Dylan.
– Me he dado cuenta de que te quiero, no solo como amigo, sino como algo más – confesó Jamie.
Dylan sonrió y respondió:
– Yo también te quiero, Jamie. Siempre lo supe, pero tenía miedo de arruinar nuestra amistad.
Ambos se abrazaron y decidieron darle una oportunidad al amor. Dylan rechazó la oferta de trabajo en Los Ángeles y se quedó en Nueva York para estar con Jamie. Juntos, enfrentaron nuevos desafíos y aprendieron que el amor verdadero vale la pena.
Y así, Dylan y Jamie vivieron felices, compartiendo su amor y amistad, demostrando que a veces, los cuentos de hadas pueden hacerse realidad.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Reflexión del cuento de la película Amigos con Beneficios
Este cuento nos enseña la importancia de arriesgarse y expresar nuestros sentimientos. Dylan y Jamie, al temer arruinar su amistad, evitaban admitir que sentían algo más el uno por el otro. Sin embargo, al final comprendieron que el amor verdadero vale la pena y decidieron darle una oportunidad. La reflexión principal es que es necesario enfrentar los miedos y ser valientes para alcanzar la felicidad.
Además, el cuento destaca la influencia de las personas cercanas en nuestras vidas. Los consejos de Tommy, el amigo de Dylan, y el apoyo de Lorna, la madre de Jamie, fueron fundamentales para que ambos personajes se dieran cuenta de sus sentimientos. La historia nos muestra que contar con el apoyo y la sabiduría de quienes nos rodean puede guiarnos hacia decisiones más acertadas y gratificantes.
Por último, el cuento nos muestra que los cuentos de hadas pueden hacerse realidad, pero también implica que el amor y la felicidad requieren esfuerzo y valentía. Dylan y Jamie tuvieron que enfrentar desafíos y superar sus miedos para alcanzar la felicidad juntos. La historia nos inspira a creer en la posibilidad de encontrar el amor verdadero y nos recuerda que, a veces, debemos tomar decisiones arriesgadas para lograrlo.