Cuento de la película Bajo la Piel (2013)

Había una vez, en un lugar misterioso y lejano, una mujer llamada Laura que escondía un secreto increíble. Laura no era una mujer común y corriente, sino una extraterrestre que había llegado a la Tierra con una misión muy especial.

Un día, mientras caminaba por las calles de Escocia, Laura conoció a un hombre llamado el Motociclista. Él también era un extraterrestre y estaba allí para ayudarla en su misión. Juntos, comenzaron a buscar a hombres solitarios para llevarlos a un lugar extraño y oscuro.

En ese lugar, Laura conversaba con los hombres para ganarse su confianza. Un día, mientras hablaba con uno de ellos, le preguntó:

– ¿Te sientes solo aquí en la Tierra?

El hombre, sorprendido por la pregunta, respondió:

– A veces sí, pero trato de mantenerme ocupado para no pensar en ello.

Laura sonrió y le dijo:

– Ven conmigo, tengo algo que te hará sentir mejor.

Mientras tanto, el Motociclista vigilaba desde lejos, asegurándose de que todo saliera según lo planeado.

Laura llevaba a los hombres a una habitación oscura y misteriosa, donde eran atraídos hacia un abismo negro. Allí, los hombres desaparecían sin dejar rastro, y Laura continuaba con su misión.

Un día, Laura conoció a un hombre llamado el Desfigurado. Él tenía el rostro marcado por un accidente, pero Laura no lo juzgó por su apariencia. En cambio, lo trató con amabilidad y comprensión. El Desfigurado se sintió atraído por Laura, pero al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, logró escapar antes de ser atrapado en el abismo negro.

Laura comenzó a sentir algo extraño en su interior. Por primera vez, experimentó emociones humanas como la compasión y la empatía. Decidió abandonar su misión y comenzó a explorar el mundo que la rodeaba, tratando de comprender lo que significaba ser humano.

En su viaje, Laura conoció a un hombre amable llamado el Hombre Amable. Él la ayudó a encontrar un lugar para quedarse y le enseñó muchas cosas sobre la vida en la Tierra. Laura comenzó a sentirse cada vez más atraída por él y, por un momento, olvidó su verdadera naturaleza.

Sin embargo, el Motociclista no estaba dispuesto a dejar que Laura abandonara su misión. La siguió y la encontró junto al Hombre Amable. En un intento desesperado por proteger a Laura, el Hombre Amable luchó contra el Motociclista, pero no pudo vencerlo.

Laura, aterrorizada, huyó al bosque, donde se encontró con un leñador que intentó aprovecharse de ella. En ese momento, Laura reveló su verdadera forma: un ser extraterrestre con una piel negra y brillante. El leñador, asustado, intentó atacarla, pero Laura logró escapar.

Mientras huía, Laura se encontró con el Motociclista una vez más. Él la confrontó y le recordó su verdadera misión. Laura, ahora consciente de su verdadera naturaleza y de las emociones humanas que había experimentado, decidió enfrentarse a él.

En una lucha épica, Laura logró derrotar al Motociclista y liberarse de su control. Sin embargo, al hacerlo, también se dio cuenta de que ya no podía quedarse en la Tierra. Su tiempo entre los humanos había llegado a su fin.

Con lágrimas en los ojos, Laura se despidió del Hombre Amable y de todos los que había conocido en su viaje. Subió a su nave espacial y regresó a su planeta natal, llevando consigo los recuerdos y las emociones que había experimentado en la Tierra.

Y así, con el corazón lleno de amor y tristeza, Laura dejó atrás el mundo que había llegado a conocer y amar. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.