Cuento de la película Crepúsculo ()

Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Forks, una joven llamada Isabella Swan, pero todos la llamaban Bella. Un día, Bella se mudó a Forks para vivir con su padre, Charlie. En su nueva escuela, conoció a un misterioso y guapo joven llamado Edward Cullen.

Desde el primer momento en que se vieron, Bella sintió una extraña conexión con Edward. Un día, mientras caminaba por el estacionamiento de la escuela, un coche se dirigía hacia ella a toda velocidad. De repente, Edward apareció y detuvo el coche con sus propias manos, salvando a Bella de un terrible accidente.

Bella: «¡Gracias, Edward! ¿Cómo hiciste eso?»

Edward: «No fue nada, Bella. Estaba en el lugar correcto en el momento adecuado».

A medida que pasaba el tiempo, Bella y Edward se hicieron más cercanos. Bella comenzó a sospechar que había algo diferente en Edward y su familia. Un día, mientras estaban en el bosque, Bella confrontó a Edward.

Bella: «Edward, sé que eres diferente. ¿Qué eres?»

Edward: «Bella, no puedo decirte. Es peligroso».

Bella: «Por favor, confía en mí. No le diré a nadie».

Edward, finalmente, reveló su secreto: él y su familia eran vampiros. Aunque Bella estaba asustada al principio, su amor por Edward era más fuerte que su miedo.

Bella: «No me importa lo que seas, Edward. Te amo».

Edward: «Y yo te amo, Bella. Pero debes saber que estar conmigo es peligroso. Hay otros vampiros que no son como mi familia y podrían hacerte daño».

A pesar de las advertencias de Edward, Bella decidió quedarse con él. Juntos, enfrentaron muchos desafíos y peligros, pero su amor siempre los mantuvo unidos.

Un día, un grupo de vampiros malvados llegó al pueblo. Su líder, James, quería cazar a Bella por diversión. Edward y su familia hicieron todo lo posible para proteger a Bella de James y sus secuaces.

Edward: «Bella, tienes que esconderte. Mi familia y yo nos encargaremos de James y los demás».

Bella: «No quiero dejarte, Edward».

Edward: «Lo sé, pero es lo mejor para mantenerte a salvo. Te prometo que nos volveremos a ver».

Bella se escondió con la ayuda de la familia Cullen mientras ellos enfrentaban a James y su grupo. Después de una intensa batalla, los Cullen lograron derrotar a los vampiros malvados y salvar a Bella.

Cuando Bella y Edward se reunieron, se dieron cuenta de que su amor era más fuerte que nunca. A pesar de los peligros que enfrentaron, decidieron quedarse juntos y enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

Edward: «Bella, te prometo que siempre estaré a tu lado, sin importar lo que suceda».

Bella: «Y yo siempre estaré contigo, Edward. Nuestro amor es más fuerte que cualquier cosa».

Y así, Bella y Edward continuaron su vida juntos en Forks, enfrentando juntos cualquier desafío que se les presentara. Aprendieron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo, incluso si uno de ellos es un vampiro.

Y como dice el viejo refrán: «Amor con amor se paga, y este cuento aquí se acaba».