Cuento de la película Monsters, Inc (2001)

En una noche tormentosa, en el mundo de los monstruos, Monstropolis, dos amigos inseparables, Sulley (James P. Sullivan) y Mike Wazowski, trabajaban en la prestigiosa empresa Monsters, Inc. Su misión era asustar a los niños para recolectar sus gritos y así generar energía para su ciudad. Pero lo que no sabían era que esa noche cambiaría sus vidas para siempre.

Mientras Sulley se preparaba para entrar en una habitación, Mike le dijo:

– Recuerda, Sulley, necesitamos más gritos que nunca. ¡Vamos a romper el récord!

Sulley asintió y entró en la habitación. Pero en lugar de encontrar a un niño asustado, descubrió a una pequeña niña llamada Boo, que no tenía miedo de él. Intrigado, Sulley decidió llevarla de vuelta a Monstropolis para averiguar por qué no le temía a los monstruos.

Mientras tanto, en la empresa, el malvado Randall estaba tramando un plan para secuestrar a Boo y utilizar su energía para sus propios fines. ¿Podrán Sulley y Mike proteger a Boo y descubrir el secreto detrás de su valentía?

De vuelta en Monstropolis, Sulley y Mike intentaron esconder a Boo de Randall y los demás monstruos. Pero Boo no quería esconderse; quería explorar y hacer nuevos amigos. En un momento, Boo se encontró cara a cara con Randall.

– ¡Hola, señor monstruo! ¿Quieres ser mi amigo? – preguntó Boo inocentemente.

Randall se sorprendió, pero rápidamente se dio cuenta de que podía usar la amistad de Boo para llevar a cabo su plan. Sin embargo, Sulley y Mike llegaron justo a tiempo para rescatar a Boo y enfrentarse a Randall.

Mientras tanto, en la empresa Monsters, Inc., el director Waternoose descubrió que los gritos de los niños ya no eran suficientes para mantener la energía de la ciudad. Desesperado, decidió unirse a Randall en su malvado plan. ¿Podrán Sulley y Mike detenerlos a tiempo y salvar a Boo?

En una emocionante batalla, Sulley y Mike lograron derrotar a Randall y Waternoose, salvando a Boo y a todos los niños del mundo. Pero aún quedaba un problema: la energía de Monstropolis estaba disminuyendo rápidamente.

Fue entonces cuando Sulley tuvo una idea brillante: en lugar de asustar a los niños, podrían hacerlos reír. Después de todo, las risas de Boo habían demostrado ser mucho más poderosas que sus gritos. Con la ayuda de Mike y sus amigos, Sulley transformó Monsters, Inc. en una fábrica de risas, salvando a Monstropolis y creando un vínculo más fuerte entre monstruos y niños.

Finalmente, llegó el momento de despedirse de Boo. Sulley y Mike la llevaron de vuelta a su habitación y le prometieron que siempre la recordarían. Con lágrimas en los ojos, Boo abrazó a sus amigos monstruos y les dijo adiós.

Y así, en un abrir y cerrar de ojos, Sulley, Mike y Boo demostraron que incluso los monstruos más temibles pueden convertirse en los mejores amigos, y que el amor y la risa son las fuerzas más poderosas del universo.