Cuento de la película La Gran Muralla (2016)
En una noche oscura y tormentosa, cerca de la imponente Gran Muralla, un grupo de valientes guerreros se preparaba para enfrentar a un enemigo temible. El líder de estos guerreros era el valiente Comandante Lin, quien estaba decidido a proteger a su pueblo de las terribles criaturas que amenazaban su tierra.
Un día, dos forasteros llamados William y Tovar llegaron a la Gran Muralla buscando refugio. El Comandante Lin, desconfiado de sus intenciones, los interrogó.
Comandante Lin: «¿Quiénes son ustedes y qué buscan aquí?»
William: «Somos mercenarios y venimos en busca de pólvora, pero nos encontramos con estas monstruosas criaturas».
Tovar: «Sí, y ahora queremos ayudar a defender la muralla y a su pueblo».
El Comandante Lin decidió darles una oportunidad a los forasteros y les permitió unirse a la batalla. Pero, ¿qué eran esas criaturas que atacaban la Gran Muralla? Esa pregunta mantenía a todos en vilo, llenos de intriga y temor.
Las criaturas eran conocidas como Tao Tei, monstruos que venían de las profundidades de la tierra cada 60 años para devorar a los seres humanos y llevarse sus recursos. La Gran Muralla había sido construida para proteger al pueblo de esta amenaza, y ahora, el momento de la verdad había llegado.
La batalla comenzó con una lluvia de flechas y lanzas, mientras los guerreros luchaban valientemente contra los Tao Tei. William y Tovar demostraron ser hábiles guerreros, y pronto se ganaron el respeto de sus compañeros.
Comandante Lin: «¡Bien hecho, William y Tovar! Juntos, derrotaremos a estas bestias y protegeremos a nuestro pueblo».
William: «No descansaremos hasta que hayamos vencido a estos monstruos y asegurado la paz para todos».
Mientras tanto, los guerreros descubrieron que los Tao Tei tenían un punto débil: un ojo en la parte posterior de su cabeza. Si lograban acertar en ese punto, podrían derrotarlos más fácilmente.
Tovar: «¡Apunten al ojo en la parte trasera de sus cabezas! Ese es su punto débil».
Los guerreros siguieron el consejo de Tovar y comenzaron a tener éxito en la batalla. Sin embargo, la lucha estaba lejos de terminar. Los Tao Tei eran numerosos y feroces, y los guerreros debían mantenerse alerta y unidos para vencerlos.
La batalla continuó durante días, con los guerreros luchando incansablemente contra las terribles criaturas. Finalmente, William y Tovar idearon un plan para derrotar al líder de los Tao Tei y poner fin a la invasión.
William: «Si logramos derrotar al líder de los Tao Tei, los demás se retirarán y la batalla habrá terminado».
Comandante Lin: «Entonces, debemos unir nuestras fuerzas y enfrentar al líder juntos».
Con valentía y determinación, los guerreros llevaron a cabo su plan y enfrentaron al líder de los Tao Tei. Después de una lucha épica, lograron derrotarlo y, tal como William había predicho, los demás Tao Tei se retiraron.
El pueblo celebró la victoria de los guerreros y agradeció a William y Tovar por su ayuda. Juntos, habían logrado proteger la Gran Muralla y asegurar la paz para su pueblo.
Y así, con la batalla ganada y la paz restaurada, los héroes descansaron bajo el sol naciente, sabiendo que habían cumplido su misión y que su valentía sería recordada por generaciones.
Reflexión del cuento de la película La Gran Muralla
Este cuento nos muestra la importancia de superar los prejuicios y dar oportunidades a los demás. A pesar de la desconfianza inicial hacia William y Tovar, el Comandante Lin decide permitirles unirse a la batalla y demuestran ser valiosos aliados. La reflexión es que juzgar a alguien por su apariencia o procedencia puede llevarnos a perder oportunidades de encontrar colaboradores inesperados.
Además, el cuento resalta la importancia de la unidad y la colaboración. Los guerreros se unen y trabajan juntos para enfrentar la amenaza de los Tao Tei. A través de su valentía y cooperación, logran superar los obstáculos y alcanzar la victoria. La reflexión es que cuando nos unimos y trabajamos en equipo, somos más fuertes y capaces de superar desafíos.
Por último, el cuento nos enseña que incluso en las circunstancias más adversas, la esperanza y la determinación pueden llevarnos a la victoria. A pesar del poder y la ferocidad de los Tao Tei, los guerreros no se rinden y encuentran la forma de derrotarlos. La reflexión es que debemos mantenernos firmes en nuestros objetivos y enfrentar los desafíos con valentía, confiando en que podemos superarlos.