Cuento de la película Jugada Salvaje (2015)

En una noche tormentosa, en una ciudad llena de luces y sombras, vivía un hombre llamado Nick Wild. Nick era un especialista en seguridad y un jugador empedernido, siempre buscando la próxima gran apuesta. Pero lo que realmente deseaba era dejar la ciudad y comenzar una nueva vida en otro lugar.

Un día, su amiga Holly llegó a su puerta, con lágrimas en los ojos y marcas de golpes en su rostro. Holly le contó a Nick que un hombre llamado Danny DeMarco la había lastimado y le había robado una valiosa pertenencia. Nick, preocupado por su amiga, decidió ayudarla a recuperar lo que le habían robado y hacer justicia.

Nick y Holly fueron a buscar a Baby, un amigo en común que sabía dónde encontrar a Danny DeMarco. Baby les dijo que Danny estaba en un lujoso hotel, rodeado de sus secuaces. Con esta información, Nick y Holly idearon un plan para enfrentarse a Danny y recuperar lo que le pertenecía a Holly.

Al llegar al hotel, Nick le dijo a Holly que se quedara atrás mientras él se encargaba de Danny y sus hombres. Holly, preocupada por su amigo, le preguntó:

– ¿Estarás bien, Nick?

– No te preocupes, Holly. Todo saldrá bien – respondió Nick con una sonrisa.

Nick entró al hotel y, usando sus habilidades de especialista en seguridad, logró llegar hasta la habitación de Danny. Allí, encontró a Danny y a sus secuaces, quienes no esperaban la visita de Nick. Se desató una gran pelea, y aunque estaba en desventaja, Nick logró vencer a todos los hombres de Danny.

Con Danny derrotado, Nick le exigió que devolviera lo que le había robado a Holly. Danny, asustado, accedió y le entregó la valiosa pertenencia a Nick. Pero antes de irse, Nick le advirtió a Danny que nunca volviera a lastimar a Holly ni a ninguna otra persona.

Nick regresó con Holly y le entregó lo que Danny le había robado. Holly, agradecida, abrazó a su amigo y le agradeció por su ayuda. Pero la aventura no había terminado, ya que Nick aún tenía que enfrentarse a sus propios demonios: su adicción al juego.

Decidido a cambiar su vida, Nick fue a un casino para hacer una última gran apuesta. Si ganaba, tendría suficiente dinero para dejar la ciudad y comenzar una nueva vida. Si perdía, tendría que enfrentar las consecuencias.

Nick apostó todo su dinero en un juego de cartas y, con el corazón en la mano, esperó el resultado. La tensión en el aire era palpable, y Holly, que había ido con él, lo miraba con preocupación. Finalmente, las cartas fueron reveladas y, para sorpresa de todos, Nick había ganado.

Con el dinero en mano, Nick y Holly se despidieron de la ciudad y de sus viejas vidas. Juntos, comenzaron una nueva aventura en un lugar lejano, donde podrían ser felices y libres de las sombras del pasado.

Y así, con un nuevo amanecer, Nick y Holly dejaron atrás sus problemas y comenzaron una nueva vida llena de esperanza y felicidad. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.